Cuántas veces te has preguntado cómo ser feliz y cuál será la fórmula mágica para poder alcanzar este estado. Y allí surgen otras cuestiones: ¿es posible permanecer contento y vibrando alto todo el tiempo? ¿Se requiere de mucho para lograrlo? ¿Qué debo hacer?

Y es que saber cómo ser feliz ha sido uno de los grandes interrogantes de la humanidad. Sin embargo, no es posible cuantificar ni calificar la felicidad: esto dependerá de cada persona y de los objetivos y motivaciones que las mismas tengan.

Si ser feliz es la meta, hallar una fórmula mágica para estar siempre contentos sería ideal. Sin embargo, esto no es posible. No hay manuales en los que se pueda encontrar el paso a paso para alcanzar este sentimiento.

De hecho, según especialistas la felicidad no es constante, sino que son pequeños momentos que cada persona puede determinar y disfrutar.

Si bien cada uno deberá ser consciente de esos momentos y descubrir los secretos de la felicidad por sus propios medios, en este artículo queremos detallar algunas claves que, según especialistas, entorpecen y evitan este sentimiento.

Lo que sucede es que muchas veces la motivación desaparece y los pensamientos negativos se hacen presentes con mayor fuerza, lo que puede jugar una mala pasada a la hora de emprender nuevos proyectos y de disfrutar las cosas que verdaderamente importan y valen.

Aquí es importante que la energía que se le ponga a las cosas y lo que uno piensa juegan un papel muy importante a la hora de cumplir los sueños, objetivos y deseos y finalmente, ser feliz. Son muchas las personas que aseguran que esto atrae o espanta las cosas.

¿Qué es la felicidad?

Antes de hablar sobre cómo ser feliz es preciso determinar qué es la felicidad. Como mencionamos anteriormente, esta es una pregunta a la que se le intenta encontrar una respuesta desde tiempos remotos.

Ya en su época, el filósofo Aristóteles (384/322 a.C) hablaba sobre este término y explicaba que ser feliz era el fin que buscaba todo ser humano y que era lo que guiaba a todas las personas, es decir, su fin último.

El filósofo utilizaba el término griego eudemonia, que podría traducirse como eu, bien, y daimon, espíritu, y se vincula con ser feliz, aunque también estaba relacionado con los significados de prosperidad, riqueza, buena fortuna, vivir bien y florecer.

Si pensamos un poco en qué es la felicidad para las distintas personas todos esos significados están vinculados. Sin embargo, para Aristóteles, a este sentimiento se le podrían atribuir diferentes sentidos según la persona en cuestión.

Para poner ejemplos, para un sujeto la felicidad podía estar vinculada con la acumulación de riqueza, mientras que para otro gozar de buena salud, realizar muchos viajes, tener la casa de sus sueños o bien pasar tiempo con sus seres queridos y que ellos se encuentren bien.

Si de contestar la pregunta de cómo ser feliz se trata, es preciso decir que esto depende de cada ser humano, de los objetivos que cada uno tenga. Pero no necesariamente tiene que ver con cuestiones materiales o metas difíciles de alcanzar. Son pequeños momentos en los que uno se siente día, las rutinas y el estrés no pueden prolongarse durante todo el día, incluso, perdería el sentido.

pensar en alguien

Secretos de la felicidad: qué tener en cuenta

Ahora bien, tal como se explicó anteriormente, la felicidad dependerá de lo que cada persona considere importante y las realizaciones o gustos personales.

Sin embargo, existen algunos secretos de la felicidad, es decir, algunas premisas que pueden ayudar a que te concentres en esto y pongas el foco en las cosas que verdaderamente te hacen bien. Veamos algunos puntos.

1- Pensamientos positivos

La mayoría de las personas, por lo general, tiende a tener pensamientos o respuestas negativas o limitantes en un primer momento. Para alcanzar la felicidad es clave poder detectar estas ideas y evitarlas o ir cambiándolas de a poco.

2- No compararse con el resto

Hacer comparaciones con los demás es una de las razones por las que una persona no puede ser feliz. Si te ha pasado de estar mirando todo el tiempo lo que hacen o tienen tus amigos, cómo les va, a dónde viajan, qué tipo de trabajos tienen, es posible que te sientas frustrado.

Siempre hay personas que estarán mejor que tú, pero eso no quiere decir que no estés bien o que debas aspirar a esas mismas cosas. Las comparaciones deben ser exclusivamente contigo mismo, con otros momentos de tu vida y con tus propios objetivos, para poder saber todo lo que has alcanzado.

3- Aceptarse

Aunque duela y muchas veces no gusten las situaciones que se presentan en la vida, es preciso aceptarlas.

Hay momentos que son imposibles de evitar, no se trata de resignar, sino de aceptar. Lo importante es siempre hacer todo lo que esté al alcance, para que cuando una situación que no es del agrado de la persona ocurra, se esté tranquilo de que se hizo todo lo posible y aprender de lo que sucede.

5- No estresarse

Parece un planteo absurdo, dado que es imposible que una persona no se haga problema o se ponga nerviosa a lo largo de su vida. Sin embargo, si se puede intentar disminuir la tensión por cuestiones que no implican ese nivel de ansiedad. Y en el caso que lo provoque, intentar resolverlo lo antes posible para evitar al organismo un problema más.

6- Dejar los miedos de lado

Sumado a los pensamientos negativos, los miedos son uno de los principales enemigos del ser humano ya que los paraliza y no los deja avanzar o animarse a nuevos escenarios. Estas limitaciones pueden llevar a inseguridad, insatisfacción e infelicidad, por lo que son una de las respuestas a por qué no soy feliz.

Si bien es difícil afrontarlos, individualmente se los puede detectar y empezar a ser consciente de por qué la persona no se anima a determinada situación. Si la respuesta se basa en el miedo, quizás pensar en “qué es lo peor que podría pasar” pueda colaborar a desbloquear.

7- Ser responsable de uno mismo

Esta premisa apela a la responsabilidad. Cada persona es responsable de sus logros, de sus caídas y aciertos. Si bien hay situaciones o acciones en concreto que pueden poner trabas en el camino, cada uno es responsable por sí mismo y hay que dejar de culpar a terceros, porque de esa manera es el primer paso para lograr ser conscientes que cada persona es suficiente por sí misma.

Se trata de dejar de buscar la valoración de terceros, su aprobación. Muchas veces las cuestiones vinculadas con las creencias y culturas han puesto frenos en los verdaderos deseos y pensamientos de las personas. Esto se acabó, es tiempo de que seas consciente de lo que haces por tí y lo que haces por el resto.

8- Vivir el aquí y el ahora

Muchas veces las personas viven como si el tiempo fuese eterno y como si los seres humanos fueran a vivir por siempre. Es necesario que se tome consciencia de vivir el presente y de disfrutar de lo que se tiene. Dejar de pensar en lo que pasó y en lo que vendrá. Estar en el aquí y el ahora.

9- Asumir que la pérdida va a suceder en algún momento

Esta premisa está vinculada con ser conscientes de que las cosas materiales y las relaciones van cambiando, mutan y se transforman. Nada de lo que se conoce actualmente será eterno.

Es por eso que se invita a ser conscientes de que nada es eterno y que la pérdida es parte de la vida, porque comprenderlo y hacerse amigo de esta idea hará que la persona pueda ser feliz más allá de esta ausencia. Por el contrario, más allá del dolor que esa situación pueda ocasionar, la pérdida está acompañada de movimientos y cosas nuevas que aparecerán.

10- Pedir disculpas y saber perdonar

Muchas veces no se coincide con alguna persona en opiniones u objetivos, ya sea en aspectos personales, como con familia, amigos y pareja, como en ámbitos académicos o laborales.

Esto puede generar diversas discusiones o entredichos que muchas veces terminan en distanciamientos por largos períodos de tiempo, lo que hace que un sujeto esté angustiado y no pueda ser feliz.

Por más que la persona se haga la fuerte y que diga que pasa de ese tema en cuestión, muchas veces en el fondo provoca angustia, estrés y rencor. Se recomienda tener presente que todos somos seres humanos, y que las emociones y los pensamientos van de la mano. Pedir perdón y saber perdonar es la clave para evitar todo el malestar y el gasto energético que puede llegar a provocar esa situación.

11- Dedicarse tiempo

Las rutinas cada vez más largas y cargadas de obligaciones dejan en muchos casos poco tiempo para descansar y realizar actividades que sean placenteras. Incluso, en algunos casos, esas propias actividades comienzan como un disfrute y se terminan convirtiendo en rutinas y obligaciones.

En estos casos hay que ser conscientes que son actividades que uno mismo elige y que las hace por uno mismo y por placer.

12- Evita pensar en que se será feliz cuando suceda algo en particular

Es fácil pensar que para ser feliz se depende de una situación en específico y se cae en pensar en que “cuando x cosa suceda ahí se alcanzará la felicidad”. La felicidad está en diferentes momentos de la vida; sin embargo, muchas veces por estar pensando en otro objetivo, se dejan de apreciar las pequeñas cosas.

13- Encontrar una razón para afrontar el día

Si uno se levanta y solamente tiene obligaciones y rutinas para llevar a cabo, es probable que entre rápidamente en una depresión. Por eso, es preciso tener pequeñas metas en el día, así sea pasar tiempo con tu mascota. Algo que realmente disfrutes de hacer y que sea dedicarte tiempo a tí mismo.

14- No esperes el momento perfecto para dar el primer paso

Muchas veces se dejan de lado objetivos o deseos por pensar que no es el momento ideal, que es preciso alcanzar otras cosas antes. Nunca será el momento ideal, porque siempre querrás llegar a otra cosa o mejorar. El tiempo para ser feliz es ahora.

15- Ser consciente de tu tristeza

Muchas veces se cree que para ser feliz no hay que sentir nunca tristeza y se la esconde. Negar las emociones puede hacer sentir peor a las personas. Darle el tiempo que sea necesario ya que son parte de la vida y la experiencia.

16- Socializar

Como seguramente has leído en alguna publicación, los humanos son seres sociales. Por ende, parte de la felicidad está en vincularse con otros. Darse tiempo para ello será clave para poder ser feliz.

17- Hacer ejercicio

Cuando una persona realiza actividad física libera endorfinas, que son las hormonas de la felicidad, ya que aumentan la sensación de bienestar y ayudan a relajar cuerpo y mente. Por ello, realizar ejercicio ayudará a ser feliz.

18- Brindar abrazos

El contacto físico reduce la segregación de cortisol en el cerebro y hace que se libere oxitocina y serotonina, por lo que durante el abrazo se genera una agradable sensación de armonía y plenitud.

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19- Fomentar la libertad y permitir ser libre también a los demás

Por lo general las relaciones con familiares, amigos y parejas se vive desde el apego y desde cortar con la libertad. Muchos sujetos, desde el inconsciente, creen que no es posible por ejemplo, tener una pareja y ser libre.

Esto tiene que ver con los miedos y las inseguridades de las personas a perder aquellas relaciones. Sin embargo, el verdadero secreto está en poder confiar, en saber que esa persona los elegirá por sobre todas las cosas y que si de algún modo ese lazo se corta es porque tuvo que ser así. Esto hará más felices a las personas.

20- Controlar las emociones

Las emociones no pueden controlar a las personas ni determinarlas. Muchas veces ocurre que ante determinadas situaciones un sujeto no puede evitar la ira y el enojo, por ejemplo, y esto hace que reacciones de mala manera frente a otras personas. En esos momentos se puede lastimar a otros sin ser conscientes. Saber controlarse para que estos sentimientos no dominen y no provoquen infelicidad será una clave también.

Fuente: National Geographic, La Mente es Maravillosa y Vida positiva.