Se ha hablado mucho en el último tiempo sobre el etiquetado frontal en alimentos y bebidas. Y es que las sociedades están reclamando por una buena y clara información nutricional en los alimentos.
Pero, ¿por qué es tan importante el etiquetado frontal?¿Cuál es la información relevante que provee?¿Por qué se ha tomado la decisión de incluirlo en los productos de diversos países? Toda los datos que debes saber los puedes encontrar en este artículo.
En el último año, más profundamente en los últimos meses, se ha hablado mucho sobre la ley de etiquetado frontal de alimentos ya que en la Argentina se debatió la aprobación de la misma.
Sin embargo, pocos realmente saben a qué hace referencia la misma, por qué es importante que se aplique en todas partes del mundo y en qué colabora contar con este tipo de información. Conozcamos un poco más sobre esto.
En los últimos años, las formas de vivir de la gente han cambiado. En la actualidad la mayoría de las personas no cuentan solo con un trabajo sino con varios, y a eso es importante sumarle las actividades que cada uno hace como hobby, deportivas y educativas, sin dejar de contar el cuidado de sus respectivos hogares y de niños en caso que los hubiese.
Todo esto hace que la sociedad en su mayoría cada vez cuente con menor tiempo para realizar cosas que antes eran comunes como cocinar o encargarse de comprar productos meticulosamente seleccionados. En ese contexto, muchos van al supermercado que tenga más cerca y consumen los productos que allí se ofrecen sin cuestionarlos en muchos casos.
Y aquí se produce el primer peligro. Existen muchos alimentos, enlatados y bebidas que se venden de una forma pero en realidad poseen mucho más aditivos de los que la persona que lo está adquiriendo puede imaginar, con excesos de azúcares agregados, sodio y grasas saturadas, que pueden repercutir de forma directa en la salud. Aquí es donde la ley de etiquetado frontal cobra importancia.
¿Qué es el etiquetado frontal?
Rápidamente hablemos sobre lo que es el etiquetado frontal. Como se mencionó, muchos alimentos son peligrosos para la salud si se los come en exceso o incluso para aquellas personas que poseen enfermedades como hipertensión, diabetes, por mencionar solo algunas.
¿Cuántos se han dejado llevar por el color del envase, por alguna palabra aislada en el paquete como “cero grasas trans” o por la presencia de algún ingrediente en particular? Esto ocurre porque los alimentos en general no poseen el detalle de la cantidad de aditivos que poseen o en la mayoría de los casos sí pero no de manera clara para el consumidor.
Esto está representado en extensas etiquetas de minúsculas letras, con palabras que no todos comprenden a qué hacen referencia y con colores poco llamativos. El etiquetado frontal viene a ponerle fin a este problema, ya que permite que el consumidor pueda visualizar de forma rápida y sencilla cuáles son los excesos de dicho producto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el etiquetado frontal es una herramienta “sencilla, práctica y efectiva que permite informar al consumidor sobre los productos que pueden dañar la salud y guiar a mejorar las decisiones de compra”, como ser el sodio, las grasas saturadas y los azúcares agregados.
Esto es sumamente importante ya que colaboraría a que las personas elijan sus productos no solo por gusto, sino también con conocimiento, al tiempo que sepan lo que están ingiriendo.
En parte ayudaría también a reducir un poco los problemas de sobrepeso y obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud la cuarta parte de la población latinoamericana sufre problemas de obesidad y un porcentaje de ellos muere año a año por enfermedades vinculadas a la alimentación.
Por eso es que la ley de etiquetado frontal se ha vuelto tan importante y necesaria. Los consumidores deben poder elegir libremente pero sabiendo qué es lo que van a consumir con exactitud.
Tipos de etiquetados
Si bien se habla de etiquetado frontal y de sellos octogonales dado que la Organización Mundial de la Salud expuso que era el sistema más eficiente de advertencia y el que mejor colaboraba con la lucha contra el sobrepeso y la obesidad, existen otras modelos.
- Guías Diarias de Alimentación (GDA). Proveen información de porcentajes recomendados de consumo diario.
- Semáforo simplificado. Con colores rojo, amarillo y verde indica en qué valor se encuentran los nutrientes críticos.
- Nutri-Score. De las letras A a la E y con los colores verde al rojo se califican los alimentos de más a menos saludables.
- Conteo de estrellas. Cuantas más estrellas contiene, más saludable es el producto. El número máximo es el 5.
- Sistema de cerradura. Con el color negro se marca si el alimento tiene mayor cantidad de azucar y sodio, mientras que con el color verde lo contrario.
Países con etiquetado frontal
Ahora bien, como se mencionó con anterioridad en la Argentina se ha aprobado recientemente la ley de etiquetado frontal con advertencias de “exceso de”. Este es un sistema mediante el cual la información se proporciona a través de sellos en forma de octágono negros, con letras blancas, informando que dicho producto cuenta con cantidades altas o excesivas de un determinado ingrediente.
Argentina se incorpora recientemente a los países de Latinoamérica que también han aprobado la utilización obligatoria de este tipo de etiquetas. En este sentido, se puede mencionar:
Chile. En este país en el 2016 se implementó un etiquetado frontal de advertencia y aquellos productos que cuenten con al menos uno de estos sellos no pueden ser publicitados a menores de 14 años ni venderse en los kioscos escolares.
México. En el 2019 se aprobó la reforma a la Ley General de Salud con el fin de, a través de etiquetas octogonales, hacer más transparente la información de los productos procesados. Si bien años anteriores se habían aprobado normas como las Guías Diarias de Alimentación (GDA), las etiquetas no eran del todo entendibles.
Perú. De acuerdo a la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, aprobada en el 2013 mediante la cual se promovía información nutricional en productos industrializados, en el 2019 se incorporaron los sellos octágonos rojos de advertencia en la parte frontal de los productos que superaran los límites establecidos.
Uruguay: En febrero-marzo de 2020, los productos que superen los límites establecidos ya deben tener los octágonos de advertencia. Mientras, la industria de alimentos y bebidas está llevando a cabo la reformulación de sus productos para que no tengan los sellos de advertencia o tengan menos.
Asimismo, otros países también incorporaron etiquetados de otras maneras como ser:
Ecuador. En el año 2013 el gobierno de este país aprobó el Reglamento de Etiquetado de Alimentos Procesados, con etiquetado semáforo, lo que obligó a la industria alimentaria a poner las etiquetas en alimentos procesados, ultraprocesados y envasados. Asimismo, prohibía atribuir valores nutricionales a dichos alimentos que no poseen. La norma entró en vigencia en el 2014.
Bolivia: En seguimiento con el modelo ecuatoriano, en el 2017, conforme a la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, se implementaron los sellos semáforos en los alimentos.
A estos países de latinoamérica se suman los Estados Unidos y varios países de Europa, quienes ya cuentan con larga trayectoria de lucha por una alimentación más saludable y no sólo cuentan con etiquetados frontales en sus diversas variantes sino también en, por ejemplo, evitar las campañas donde se publicite comida chatarra y poco saludable.
Sin embargo, si bien muchos países cuentan ya con las leyes aprobadas, existen algunos sitios que se encuentran en la lucha por este cambio. En ese sentido, cabe mencionar que:
Representantes de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá en el 2017 elaboraron una propuesta de etiquetado frontal de manera conjunta, sin embargo se postergó el proyecto por la presión que las empresas de alimentos ejercían.
Colombia. En 2017 organizaciones civiles habían presentado un proyecto de etiquetado octogonal, sin embargo también por la presión ejercida por las industrias no se aprobó. En 2018 se presentó otro proyecto pero también fue rechazado y archivado por el Congreso en el año 2019. Sin embargo, sin darse por vencidos, en 2020 se elaboró una nueva propuesta de etiquetado frontal similar.
Brasil. En 2019 se paralizaron los avances sobre la propuesta de la Agencia Sanitaria de Brasil para el etiquetado en los alimentos.
Ahora ya conoces la lucha de las sociedades de estos países por poder tener una elección libre de productos a la hora de consumir y poder reducir las enfermedades vinculadas con la alimentación.
Contar con etiquetas, lo más específicas y claras posibles colabora con un consumo responsable y sobre todo saludable de alimentos. Esto también está vinculado con un estilo de vida sustentable que cada vez más personas eligen, para conocer lo que se consume y cuáles son los procesos de elaboración de dichos productos.
¿Sabías de qué se trataba el etiquetado frontal? ¿Conocías la historia de la lucha de los países por conseguirla? ¿Te fijas en los excesos en los alimentos que consumes ?
Fuentes: OMS, El Gourmet, Salud con Lupa