En un contexto marcado por reiterados casos de femicidios, las cifras y datos de violencia de género aumentan día a día. Hay una clara tendencia del discurso machista a la apología de la violencia. La desigualdad sin dudas, está anclada en la superioridad y posición hegemónicas instaladas socialmente.

Teniendo en cuenta esto, los dichos de la ministra son nada más y nada menos, una clara evidencia de la sociedad patriarcal que ha vulnerado los derechos de las mujeres.

Por su parte, la Ministra de la Mujer, la Familia y la Comunidad de Malasia, mediante su cuenta de Instagram brindó sugerencias que fueron cuestionadas de inmediato debido a la magnitud y gravedad de lo expresado. La funcionaria recomendó a los hombres de Malasia golpear suavemente a sus esposas para disciplinarlas si no cumplen con las tareas del hogar.

Siti Zailah dijo que, si las mujeres no acatan las órdenes, sus maridos deben esperar la noche para llevar a cabo otras formas de represión:

Retomando sus palabras: “Si la esposa aún se niega a seguir el consejo o a cambiar su comportamiento después de la separación para dormir, entonces los esposos pueden probar el enfoque del contacto físico, golpeándola suavemente, para mostrar su severidad y cuánto quiere que ella cambie”.

Los dichos son aberrantes ya que incitan a la violencia y normaliza estas actitudes, como una manera de justificarla, impugnando así los derechos de las mujeres y callar sus voces.

Como si fuera poco, les avisó que: “Hablen con sus maridos cuando estén tranquilos, hayan terminado de comer, hayan orado y estén relajados. Cuando quieran hablar, pidan permiso primero y solo hablen si tienen permiso, para ganarse a sus parejas”.

Es propicio reflexionar en torno a las declaraciones mencionadas y hacer un llamado a la acción y transformación colectiva para que se adopten nuevos compromisos y libertades en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

A raíz de esto, El Grupo de Acción Conjunta para la Igualdad de Género se pronunció en contra de este método violento que pretende mantener una sumisión, histórica, que aún perdura en sociedades como a la que se hace referencia en este caso.

Exigieron la renuncia de la funcionaria, argumentando: “Como ministra que debe defender la igualdad de género y los derechos de las mujeres a la protección y la seguridad, esto es abominable. Niega a las mujeres el derecho a la igualdad, su derecho a la dignidad y a estar libres de un trato degradante”.

Como conclusión, teniendo en cuenta que Siti Zailah es representante de la ciudadanía, ratificar los comportamientos misóginos y violentos, naturalizándolos, no es la solución. Destruir y lastimar al prójimo bajo la premisa de disciplinar comportamientos y acciones, no es el camino que conduzca a una igualdad de género.

¿HASTA CUÁNDO LAS PREMISAS DEL PATRIARCADO DOMINARÁN A LAS MUJERES?