Adge Lane, es un voluntario animalista de 72 años que vive en Gales del Norte. Estaba en una playa cerca de Llandudno cuando su vista se encontró con una escena que le inquietó gravemente. Pues avistó a una foca embarazada con un frisbee de perro atorado en su cabeza.
Más tarde, el animalista publicó las fotos que logró capturar de la foca y le pidió a las personas que tengan más cuidado cuando manejen desechos plásticos en las playas. Además, es necesario que se evite dejar este tipo de juguetes en el mar. Ya que no solo contaminan el ambiente, sino que pueden afectar de manera excesiva a distintos animales.
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La foca tenía el frisbee atorado en el cuello
Se trataba de un frisbee con agujero en medio, alrededor del cuello de una foca gris de más o menos 200 kg de peso. Desde la distancia, Lane pudo notar como el aro le lastimaba la piel al animal con cada movimiento que hacía y que sería imposible zafarse de él por sí sola.
Todo indica que el frisbee se calzó en el cuello de la foca cuando era joven, sin embargo, ahora que es un ejemplar de gran tamaño no puede sacarlo a menos que tenga ayuda humana.
La foca gris es una especie en peligro de extinción, el 40 % de la población se encuentra en aguas británicas. Ahora bien, si más ejemplares siguen teniendo este tipo de encuentros con desechos humanos, no hay dudas de que el número de individuos disminuirá rápidamente.
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A medida que esta foca embarazada siga creciendo con el frisbee de perro atorado en su cabeza, le será más difícil moverse, alimentarse, reproducirse y sobrevivir. No obstante, tanto Lane como la organización British Divers Marine Life Rescue estarán monitoreándola.
Esta es una de las razones por las que se debe crear conciencia del uso de plástico, así como de la contaminación ambiental. Cada día la cantidad de desechos sólidos presentes en el mar es más grande y esto podría acabar con un enorme número de animales.
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