Por todos lados nos llegan un montón de noticias, consejos e información. En medio de tanto desconocimiento, es lógico que queramos saber más para tratar de entender y controlar algo que nos tiene perplejos y desorientados. Está bien y es necesario. El tema es la medida.
Cuando nos encontramos leyendo y consumiendo información sin parar hasta saturarnos, es un buen momento para decir basta. Escuchémonos. Escuchemos nuestro límite. Frenemos esta voracidad de noticias que nos sobrecarga y termina abrumando.
Necesitamos descomprimir y ayudar a la energía a circular, más aún los que estamos en cuarentena. Aislados, quietos, absorbiendo contenido, no hacemos más que acumular. También necesitamos descargar, y esto no significa volvernos reactivos o violentos. La violencia es una forma descontrolada de descarga y hace daño.
La idea no es hacernos daño sino cuidarnos, hacernos bien a nosotros mismos para poder estar de la mejor manera posible también con los otros que vemos 24hs al día. En el cielo hay un montón de tránsitos que podemos leer como el código energético que acompaña este momento. Pero antes de hablar sobre lo que probablemente sintamos que viene de afuera, creo que es fundamental darle lugar a todo lo que se resiste a esos movimientos de cambio y muerte de estructuras, adentro nuestro.
Es momento de conectar con lo que sentimos, con lo que necesitamos y darnos permiso a que las sensaciones y emociones salgan para afuera. En este tiempo que nos obliga a frenar pero no necesariamente implica que frenemos internamente, hagamos una pausa, pongamos distancia de tanta información externa y preguntémonos: ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento con lo que estamos viviendo?
Nada de lo que sintamos está mal. Todo lo que sentimos en esta situación tan nueva y particular, está bien. No nos castiguemos, no nos juzguemos. Démonos permiso a sentir y acompañemos eso
amorosamente. Lloremos, escribamos, bailemos, riamos, juguemos, peguémosle a un almohadón
(recomiendo buscar en YouTube ejercicios de bioenergetica de cómo golpear con un almohadón para descargar) y respiremos.
La respiración nos ayuda a regular nuestras emociones y autocalmarnos. La meditación también. Por eso les comparto una meditación con múltiples beneficios para este momento. Ayuda a regular las emociones como el miedo, la ira y la ansiedad, proporciona paz y estabilidad mental/emocional y fortalece nuestro sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas.
Meditación para activar el Hara / Dan Tien
Sentado con la columna recta y los hombros relajados, colocamos nuestras manos sobre nuestro vientre, apoyando el dedo mayor cuatro dedos por debajo del ombligo (punto de energía vital para la medicina china: Dan Tien o Hara).
Inhalamos por la nariz en 4 tiempos mientras llevamos todo el aire al abdomen y lo sacamos hacia afuera, sintiendo cómo se hincha esa zona de nuestro cuerpo. Hacemos una pausa ahí y exhalamos por la boca, como si tuviéramos un sorbete finito, en 8 tiempos (nos vaciamos de aire más lentamente) mientras vamos presionando el abdomen hacia dentro. Hacemos una pausa en vacío (dos tiempos) y volvemos a inhalar en 4 tiempos por nariz sacando para afuera el abdomen y así sucesivamente.
Al mismo tiempo vamos a visualizar una luz brillante que se encuentra a la altura del Dan Tien y el canal central de nuestro cuerpo, que se va expandiendo en cada inhalación y contrayendo en cada exhalación. En cada inhalación se expande más y más, abarcando todo nuestro cuerpo y el espacio que nos rodea.
Hacemos esta meditación 10 minutos por día. Podemos hacerla a la mañana y/o a la noche. Con el tiempo va a ir haciéndose más fluida y sentiremos cada vez más sus efectos.
Si 10 minutos es mucho, también podemos comenzar por 5 e ir alargando el tiempo de a poco hasta llegar a hacerla por 10 o 15 min. También podemos hacerla en momentos que nos sintamos sobrepasados para regular nuestros estados emocionales, ir más allá del malestar del contexto y encontrar un poco de paz.