Lo llaman motivador, carismático, exitoso y triunfador. De todos los eneatipos, el TRES es aquel que más cree en sí mismo y quien desarrolla al máximo sus talentos y capacidades. Admirado por su estilo y sus logros, es el tipo de persona que apasiona, motiva y capacita a otros a salir adelante de manera efectiva y competente. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre este eneatipo.
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Sus principales características son la eficiencia, el optimismo, la confianza y una inagotable energía. Es emprendedor, extrovertido y pragmático. Tiene un pronunciado sentido de responsabilidad que frecuentemente responde a una necesidad de prestigio e imagen.
En el plano laboral promueve un buen clima, trabaja en equipo e irradia una energía convincente que lo impulsa a lograr sus proyectos, resaltando los aspectos positivos de los mismos y minimizando las dificultades. Puede trabajar muy duro. Sus actividades están planificadas detalladamente a fin de evitar tiempos muertos y períodos de descanso.
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Considera que el valor personal depende en gran medida de lo que hace. Dirige su atención hacia la búsqueda de aprobación - se esfuerza por ser competente y ganarse la admiración. Necesita de validación externa, aferrándose a la idea de que vale si los demás lo admiran. Lleva un termómetro imaginario para tantear la atmósfera: la atención que le brinda su entorno es la medida para no pasar inadvertido por la vida.
Puede vestir cualquier máscara y representarla a la perfección porque sintoniza más con su rol social que con su verdadero yo. Cuanto más se identifica con su imagen, más necesita mantener a raya sus sentimientos y estados de ánimo, porque éstos obstaculizan su actuación. Se desconecta de sí mismo y se aferra a su rol que lo motiva y protege.
Si lo definiera una frase, sería: "Produzco, soy eficaz. Solo estaré bien si tengo éxito”.
Centro de energía
A este eneatipo lo rige el centro de energía emocional: su mecanismo de vincularidad es la relación, sentirse querido y querer. Su atención se dirige hacia el afuera, buscando en el entorno indicios sobre cómo puede obtener mayor admiración, combustible que necesita para sentirse validado. Si este mecanismo no está garantizado pueden surgir problemas de baja autoestima.
Cuando entienda que esa continua búsqueda del éxito no constituye una garantía para ser querido, aprenderá a valorarse no solo por sus logros, sino por “ser”.
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Es en el intercambio que surge del contacto con otros eneatipos que nos enriquecemos, tomando y entregando dones y sabiduría.
Lograr un equilibrio entre ser receptivo y compartir requiere una minuciosa y continua auto observación. El TRES puede tomar los regalos de otros eneatipos que le enseñen a vibrar, serenarse y conectarse con sus sentimientos. Pueden indicarle cómo vivir más distanciado de su hacer tan frenético. Asimismo, es el TRES quien transmite con su contagiosa energía, la posibilidad de tomar riesgos, de animarse y de priorizarse.