Ese gesto que se hace al curvar la boca hacia arriba, expresando alegría pero sin emitir ningún sonido, es capaz de iluminar todo el rostro. Sobre este gran poder de las sonrisas se trata el proyecto de fotografía de Jay Weinstein. Descubre cómo puede cambiar la percepción de las personas con solo verle dibujadas este gesto en la cara.
La misión que quiere lograr el fotógrafo consiste en capturar y compartir su experiencia de conocer extraños a través del lente de su cámara. Instrumento que utiliza para llegar a su corazón y demostrarle al mundo que no todo es lo que parece.
Sonreír acerca a las personas, olvidando las diferencias de religión, etnias o nacionalidades, esta expresión es universal. Para asegurarse de que así lo vea la gente, el artista realiza dos retrato por cada voluntario. En el primero, se presenta una expresión normal o seria y en e; segundo, una gran sonrisa en el rostro.
¿Cómo surgió este proyecto de sonrisas?
Un viaje fotográfico a la India con destino a Bikanerm en los desiertos de Rajastan, era el plan perfecto para Jay el diciembre del 2013. Cuando se encontraba en una estación de tren rumbo a su nueva aventura, vio a un hombre al que quería tomarle una foto. Pero su mirada intimidante hizo que el artista cambiara de parecer y comenzará a fotografiar a otras personas.
Lo que no imagina era que al poco tiempo oiría la voz alegre de aquel hombre diciéndole: "¡Hazme una foto a mí también!". Enseguida se dispuso a retratar el momento y le pidió que sonriera, notando claramente como su imagen cambió completamente. Ahora el rostro de aquel señor era cordial y sus ojos transmitían humor y felicidad.
En ese momento supo cual sería su siguiente proyecto, uno que pudiera documentar el poder de la sonrisa humana en la cara de un extraño.
Recreando un punto de vista a través de las sonrisas
Los siguientes años, Jay Weinstein se dedicó a crear historias, para las que pedía a muchas personas al azar que posaran frente a él. Una foto sin sonreír y la próxima sonriendo, así construyó el corazón de su proyecto.
Este simple acto aun cuando es forzado puede cambiar el más serio aspecto en una emotiva y radiante imagen, por encima de cualquier designio global impuestos por las sociedades. Sin embargo, la idea no es decirle a los espectadores lo que deberían hacer ni pedirle declaraciones profundas.
Su meta es muy perspicaz, quiere transformarse el punto de vista desde el cual observamos a un desconocido. Así, enseñarnos como puede cambiar lo que asumimos con ver simples y bonitas sonrisas reflejadas en su cara. Excluyendo ideologías y razas, solo contemplando la cara de un extraño.