Muchas veces se cree que el minimalismo implica solamente tener menos cosas, que deshaciéndose de un par de objetos o teniendo una casa bien ordenada, ya se es minimalista.

Sin embargo, quienes son verdaderos referentes del minimalismo van un poco más allá. También es una forma de vivir más sencilla y con más sentido. Dicho así suena muy agradable, pero... ¿Cómo se hace eso?

Hay muchas maneras de entrar en la vida minimalista, pero sin dudas una muy buena es hacerlo en modo de juego. En este artículo te proponemos 30 acciones sencillas para hacer cada día durante el próximo mes.

Si logras llegar al final del reto, descubrirás que tienes todo un mundo nuevo ante tus ojos.

¿Te animas a intentarlo?

30 días para una vida minimalista

Nada mejor que comenzar este reto haciendo una pequeña limpieza de armario. Saca de tu vida aquellas prendas que ya no te sirven o no te identifican. Regala lo que esté en buen estado. ¡Es una linda dosis de minimalismo para comenzar!

Saca todo de tu bolso. Sí, todo incluye ese paquete de chicle aplastado y las monedas sueltas. ¡El polvo también! Da vuelta tu bolso y vacíalo por completo. No sabes lo liviano que se siente después de limpiarlo.

Toda esa ropa interior que guardas hace siglos realmente no están sumando nada a tu vida. ¡Tíralo todo este día! Y si sientes que te queda muy poca ropa interior, pues repone. No importa que traigas cosas nuevas si realmente es para usarlas.

Adiós a las apps que nunca usas, adiós a las 300 fotos de tu mascota (quédate solo con las dos o tres que realmente valgan la pena). Si te animas, adiós también a las apps de redes sociales. Elimina todo lo que ocupa espacio en tu teléfono y realmente no sirve para nada.

Adiós tarjetas de personas que no conoces, papelitos, tickets, y cualquier cosa que no sea dinero, documentación y tarjetas de crédito. Una cartera vacía llama mucho más a la abundancia que una llena de objetos sin valor.

Para el sexto día, este pequeño ejercicio te ayudará a entender qué valoras en los demás.

Al día siguiente, estarás listo para hacer el mismo ejercicio pero contigo mismo. Identifica aquello que te gusta de ti y dale la bienvenida al amor propio.

Es una buena manera de sacar de tu cabeza, ni bien comienzas el día, todo lo que te preocupa. Así podrás salir de casa sin todo eso. Si te sirve, sigue aplicándolo el resto de los días.

Deshacerse de libros puede ser más difícil que desechar ropa, pero de verdad, ¿vas a volver a leer esa novela a la que ya le conoces el final? Aunque sea un objeto cultural, apegarse a los libros que no aportan nada a tu vida tampoco es buena idea.

A veces usamos el maquillaje o la ropa de lujo solo para ocultar cosas que nos hacen sentir inseguros. Por un día, anímate a mostrarte al mundo como eres en realidad. ¡Es un camino de ida!

Hay muchas aplicaciones que pueden ayudarte con esto. Se trata de tomarse el tiempo para estar tranquilo y vivir en el momento presente. Si te sirve hacerlo un día, repite en los próximos tantas veces como creas necesario.

¿Qué tal planear una salida con tu familia, tus amigos o tu pareja en la que el móvil no está invitado? Puede parecerte que no podrás sostenerlo, pero te sorprenderá descubrir la conexión que puedes generar con otros.

Esto sacará a la luz las cosas que aprecias en la vida, ya sean amistades, el techo sobre tu cabeza o tu capacidad para comprar el almuerzo.

De las últimas cinco cosas que compraste, ¿cuántas de ellas necesitabas realmente? ¿Cuántas usas a diario, o al menos varias veces por semana? ¿Y de las últimas 10? ¡Te soprenderá el resultado!

Ya has tenido una salida sin móvil y has visto que el mundo no se cae. ¿Qué tal pasar todo un día libre del teléfono? Hazlo como prueba, y es probable que te sorprenda descubrir cuánto tiempo pasan las personas que te rodean con la cabeza pegada al móvil… ¡Y tú eres uno de ellos!

Este desafío puede parecer mucho más difícil, pero ya has pasado la mitad y estás preparado. No gastes nada por un día y seguramente descubras otras maneras de hacer las cosas. Te abrirá la mente.

Ya dijimos que el minimalismo no es solo material. Además de no gastar dinero por un día, ¿te animas a no quejarte? Cuando lo intentes descubrirás que es más complicado de lo que parece.

La acumulación digital también pesa, aunque no lo notemos. Tómate un día para revisar tu computador y eliminar todo aquello que ya no tenga sentido seguir guardando.

Sal de la ciudad, conecta con un espacio abierto. Al menos ve al parque o a la playa o a cualquier lugar que te permita apreciar la Tierra en su forma más pura.

No necesitas comprar nada para lograr el zen en casa. Con una vela, un par de cojines y una taza de té de hierbas, tendrás un lugar sin distracciones en el que relajarte. Será tu espacio de seguridad en adelante.

A veces nuestra agenda está demasiado cargada. ¿Cuántas cosas de las que estás haciendo son realmente importantes en tu vida? ¿Cuántas las haces por compromiso, porque siempre las hiciste, por “deber”?

Vaciar tu agenda es otra forma de hacer minimalismo en tu vida.

A veces la repetición y el orden también son una forma de minimalismo. Arma una pequeña rutina de la mañana que te conecte con tus objetivos y tus prioridades en la vida. ¡Empezarás el día con mucho valor!

Los tornillos, los botones de repuesto, la mitad de una barra de pegamento, un trozo de cuerda, viejas bandas elásticas, plumas secas y cupones caducados. ¡Tíralo todo!

Las notificaciones del móvil son, posiblemente, la mayor carga de distracción y estrés que tienes en el día. ¡Y te prometo que nada se rompe porque no contestes ese mail al instante! Desactiva las notificaciones por este día, es posible que no quieras volver a ellas.

Dedica este día a dejar preparada la comida del resto de la semana. ¡Se sentirá tan bien no tener que preocuparse más por eso en un par de días!

Puedes hacerlo siguiendo estos consejos.

En lugar de repartir sus tareas a lo largo de la semana, hazlo todo hoy. Sé que parece mucho, pero por eso es un desafío. Igual que con el Batch Cooking, ¡lo agradecerás el resto de la semana!

Este puede ser uno de los puntos más difíciles del desafío, pero recuerda: lo emocional también es parte de esto. No es necesario que cortes en un día una relación muy profunda, esas son decisiones difíciles de tomar. Empieza por tus redes sociales: elimina a aquellas personas que no sumen nada en tu día a día.

¿No se siente bien? Después de hacerlo, anímate a ser más exhaustivo.

¿Recuerdas cuando revisaste la agenda, en el día 21? ¿Se ha vuelto a llenar de cosas que no tienes ganas de hacer? Eso es porque no has sabido decir que no a tiempo. Hoy, mira todos los planes que has aceptado por puro compromiso y ponte como propósito empezar a decir que no cuando realmente no tienes ganas de hacer algo.

Este artículo puede ayudarte en este desafío.

Estamos llegando al final del desafío. Hoy, no tomes ningún compromiso. No planifiques nada (si tienes trabajo, no planifiques nada para después). Deja que el día te lleve y te guíe, por una vez procura controlar menos y prestar más atención.

Mira de nuevo tu guardarropas, ese que limpiaste el primer día. ¿No te parece que hay demasiadas cosas aún? ¡Y eso que el día uno había parecido tan difícil deshacerse de algo!

Volver al comienzo te ayudará a evaluar el avance que has hecho, y a reconocer una nueva y mejorada versión de ti mismo. ¡Disfrútala!

¿Qué te parece este desafío? ¿Crees que podrías intentarlo?

Fuentes:

The Culture Trip

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