La gente se pregunta por qué comemos dulce cuando estamos tristes. Es una reacción natural, aunque la interrogante es por qué específicamente la comida de sabor dulce. Todo indica que estos alimentos son un alivio durante un estado emocional negativo.
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Los antojos de comer azúcar se concatenan con la tristeza
Cuando algo desencadena infelicidad, una reacción casi inmediata es paladear sabores dulces. El azúcar parece dar una dosis de alivio. Incluso, esta tendencia a comer dulce se replica ante situaciones de estrés o en una fuerte depresión.
Por mucho tiempo, se ha creído que la capacidad del azúcar para mejorar el estado de ánimo es subjetiva. Estos alimentos son muy agradables al paladar, por lo que esta sensación de gusto sirve como placebo en caso de sentimientos negativos.
Empero, una reciente investigación científica señala que no es tan subjetivo este asunto. Al parecer, el azúcar es el detonador de sustancias que causan antídotos ante la tristeza. Una indagación con resultados que son interesantes.
Un estudio de la Universidad de Lovaina, en Bélgica
En este trabajo se monitoreó las sustancias químicas liberadas por el metabolismo luego del consumo de comidas dulces. Los resultados indicaron hallazgos como los siguientes:
- Los azúcares estimular variados neurotransmisores, que permiten experimentar sensaciones que acallan los síntomas de un estado anímico decaído.
- Las sustancias que se incrementan al ingerir dulces son: dopamina, serotinina y adenalina. Se trata de catalizadores de los estímulos, que provocan reacciones de euforia en dosis altas, pero también de bienestar, de un repunte de la energía.
- El azúcar estimula la generación de triptófano: un aminoácido que entra en las células del cerebro y causa la liberación de serotonina.
El asunto es que el azúcar causa una “alegría temporal”, la cual desciende con cierta rapidez. Para mantener esta sensación agradable, la persona tiende a comer más dulces… cayendo en el problema de la adicción a estos alimentos.
De lo anterior, se deduce que quienes tienen depresión tienden a comer muchos alimentos azucarados. Este patrón alimenticio apunta hacia la obesidad y daños en el hígado. Es un factor a considerar, por lo cual se debe moderar el azúcar.
¿Otras maneras de mejorar el estado de ánimo?
Hacer ejercicio, conversar, escuchar chistes o hacer una actividad que nos guste. El simple hecho de dar una caminata sirve de alivio. Hay que estar conscientes del peligro de resbalar en una adicción al azúcar, ya esto deteriora la salud.
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¿Has notado que comes muchos dulces cuando tienes un bajón emocional? Esto tiene una explicación científica, la cual hemos descrito en los párrafos anteriores. ¡Debes estar consciente de que el azúcar no puede ser tu remedio para la tristeza!
Fuente:
redaccion.com