En la Iglesia de Vézelay en Provenza, Francia, se encuentran las reliquias de María Magdalena. Se trata de unos objetos que han generado muchas controversias, dada la cantidad de mitos que se han creado al rededor de ellos. Sobre todo, el cráneo de esta mujer, que aseguran tiene olor a rosas todo el tiempo.
Se dice que María Magdalena estuvo con el evangelista Juan y la madre de Jesús en Éfeso, en sus últimos días de vida. Otras versiones cuentan que sus restos y todos sus pertenencias de valor están en Constantinopla.
Pero la historia que ha ganado mayor importancia es aquella que asocia a Magdalena con Francia. En esta se afirma que ella escapó a las costas de Galia en compañía de Lázaro y sus hermanas para predicar el evangelio. Finalmente, murió en una cueva en Provenza y su reliquias fueron honradas en Vézalay donde se suponía estarían siempre. Pero tiempo más tarde, St Maximin afirmó que su cráneo se encontraba en su Basílica.
Datos sobre las excavaciones y los mitos que se han generado
Cuando murió María Magdalena, su cuerpo fue sepultado y escondido durante siglos. El 10 de diciembre de 1279 se ejecutaron excavaciones bajo ordenes del Rey de Nápoles Carlos II, para la construcción de un basílica gótica. Y en las cuales se descubren los restos de esta mujer evangelista. Uno de los mitos más trascendentes es el de este suceso, en el que cuentan que al abrir la tumba por primera vez un olor a rosas inundo el ambiente.
Algunos obispos presenciaron la excavación, y aseguraron ver un trozo de piel en el cráneo de Magdalena. Se trata del lugar donde Jesús la toco después de su resurrección, por lo que llamaron a esta porción de piel "noli me tangere". Con lo que quisieron decir que la piel aún estaba viva por el milagro del toque de Cristo.
Todos sus huesos estaban intactos, a excepción de los que correspondían a la mandíbula. Esta parte osea de su cara había sido enviada a Roma antes de la invasión de 710 d.C. Todas las reliquias de gran valor encontradas se volvieron a ocultar en Francia, pero en Roma aprovecharon este hueso de mandíbula para venerarlo durante siglos.
El 6 de abril de 1295 el Papa Bonifacio VIII entregó el hueso de la mandíbula para que se uniera al cráneo y ser resguardado.
¿Donde se encuentra el cráneo de maría magdalena?
Actualmente el cráneo de María Magdalena puede ser visto por los religiosos y turistas detrás de una rejilla de hierro en la cripta. En un pasadizo que se encuentra bajo la basílica, pasando unas escaleras de piedra, situada y protegida por un sarcófago de alabastro.
Y aunque es difíciles ver el cráneo a través de la rejilla, algunos testigos aseguran que mantiene su característico olor a rosas.