Como consecuencia del calentamiento global, las energías provenientes de combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el lignito y el carbón deben ser reducidas en extremo por los altos grados de contaminación que generan en el ambiente.
Debido al estado de emergencia climática en el que se encuentra el planeta, los cambios estructurales de los sistemas energéticos son urgentes y necesarios para disminuir la cantidad de emisiones de dióxido de carbono, una de las principales causas de la crisis ambiental.
Esta transición se conoce como descarbonización del sistema energético, al optar por las nuevas tecnologías disponibles: el combustible nuclear (uranio) y las fuentes de energía renovable eólica, hidroeléctrica, solar, geotérmica y marina.
La energía solar termoeléctrica, también llamada energía termosolar, es una de las renovables que, según los especialistas, cumple un rol clave para la descarbonización inteligente del sistema eléctrico y el cambio hacia las tecnologías sustentables.
El funcionamiento básico de este método consiste en el aprovechamiento del vapor que se genera por la incidencia directa de la luz solar sobre un fluido (generalmente agua), que más tarde se utiliza para mover una turbina y generar energía eléctrica a través de un generador.
Este proceso de generación de electricidad se lleva a cabo en las llamadas centrales solares termoeléctricas o centrales termosolares. Las primeras de ellas se construyeron en Europa y Japón a principios de los años 80.
La principal ventaja respecto a las centrales térmicas que utilizan combustibles fósiles es que se puede obtener energía eléctrica de forma limpia, abundante y renovable. Es por ello que, en el marco de la COP 25 en Madrid, asociaciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y España firmaron un acuerdo para compartir las estrategias de acción, con el propósito de implementar y aprovechar las ventajas de las energías renovables.
Una de las razones que llevan a los expertos a impulsar la energía termosolar es que, a diferencia de otras tecnologías cuya energía debe ser consumida en el momento de su generación, la termosolar es una tecnología renovable con capacidad de almacenamiento, capaz de producir electricidad durante la noche. Además, se trata de un sistema de generación de energía limpio, seguro, y renovable ya que el sol es el recurso renovable más abundante sobre la Tierra.
En este mismo sentido es que Luis Crespo, el presidente de Protermosolar, la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar, sostiene que este tipo de sistema energético "puede contribuir a un despliegue más acelerado del que habitualmente se considera en las planificaciones en el marco de la Transición Energética”.
Según Crespo, la energía termosolar es un complemento idóneo para otras tecnologías renovables que carecen de sistemas de almacenamiento.
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Fuentes: