Distintas investigaciones han demostrado que solemos tener una actitud más dura con nosotros mismos que con los demás. Quieres convertirte en la mejor versión de ti mismo, pero no eres capaz de ser compasivo contigo, ni de cuidarte. ¿Cómo lo lograrás con esa actitud?
La verdad, es que crecer hasta lograr ser la mejor versión de ti mismo es posible. Tienes que escucharte, pero sobre todo, aprender a quererte. De otro modo, siempre quedarás atrapado en lo que no te gusta.
Pero es cierto que puede ser difícil de lograr. Si te resulta difícil trabajar en el cariño y respeto por ti mismo, intenta pensar en ellos: Tu mejor amigo, tu perro, tu abuela. Sí, esas tres figuras pueden ayudarte a tomar el camino correcto en varios aspectos, sin siquiera estar allí. ¿Cómo? Sigue leyendo.
1. Para tomar mejores decisiones, piensa en tu mejor amigo
¿Sientes que eres mejor dando consejos que tomando decisiones? No te preocupes, nos pasa a todos. Es que cuando tenemos una mirada externa de las cosas, solemos pensar con más claridad que cuando se trata de algo que nos afecta a nosotros mismos.
Por eso, cuando necesites tomar una decisión muy importante y no estés seguro de qué hacer, piensa: “¿Qué le dirías a tu mejor amigo si estuviera en la misma situación que tú ahora?”
Intenta ser lo más honesto posible. Si quieres, hasta visualiza la conversación. ¿Qué pensarías de lo que te dice? ¿Qué le recomendarías hacer?
Si logras imaginar eso con verdadero realismo y ser honesto contigo mismo tomarás seguramente menos decisiones necias.
2. Para mejorar tu salud, piensa en tu perro
No, no es necesario que actúes como tu mascota (aunque a veces no estaría mal). Pero las encuestas han demostrado que las personas se preocupan más por comprarle alimento saludable a su perro que de su propia alimentación.
Lo mismo sucede con la medicina. Seguramente si tu mascota está enferma, sales corriendo a que lo vea el veterinario y haces todo lo que te dice. ¿No es cierto?
En cambio, cuanto tú te sientes mal… ¿Vas al médico y haces lo que te dice? ¿O eliges arbitrariamente lo que crees que es mejor para ti?
Incluso hay quien sale a caminar sólo porque debe pasear al perro, y sino se quedaría en su casa.
Por eso, cuando tengas que cuidar tu salud, podrías preguntarte cómo eres con tu perro, y si no podrías ser un poco más así contigo mismo.
3. Para la felicidad, piensa en tu abuela
El peor enemigo de tu felicidad, es esa vocecilla crítica en tu cabeza. Que sólo te repite una y otra vez tus errores, que todo el tiempo te está recordando que no eres lo suficientemente bueno.
Esa voz autocrítica puede ser un verdadero veneno que te impida ser feliz. Al contrario, la autocompasión y el cuidado de ti mismo son las únicas herramientas posibles para que puedas convertirte en la mejor versión de ti mismo.
Si no me crees, piensa un momento en tu abuela. En las veces que te ha dicho lo bello e inteligente que eres. ¿Cómo te sentías entonces? ¿Importa si te lo dice “solo porque es tu abuela”? ¿No te hace sentir feliz de cualquier modo?
Sé un poco más la voz de tu abuela en tu cabeza. No seas tu propio verdugo todo el tiempo: mejor elige ser la voz de aquellos que te quieren. Quiérete a ti mismo, y sin dudas lograrás la mejor versión de ti mismo.
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