El gentilicio es un adjetivo que indica lugar, ya sea un barrio, provincia, país, continente o cualquier otra referencia espacial a un sitio de pertenencia. En el castellano, el gentilicio adjetivo se forma a partir de una gran cantidad de sufijos regulares. No obstante, también existen otros gentilicios irregulares que también son reconocidos en el español, puesto que además de los fundamentos lingüísticos son igualmente reconocidos aquellos que tienen que ver con la historia, la cultura, la tradición y el uso.
Aunque la mayoría de las veces el gentilicio es adjetivo, también puede ser un sustantivo dependiendo del contexto. Por ejemplo, cuando hace referencia a una persona o grupo de personas a las que se llama de acuerdo a su procedencia: "el chino", "la peruana", "los porteños".
Gentilicio ¿qué es?
Cuando nos preguntamos qué es un gentilicio, es inevitable pensar en esa necesidad humana que tenemos de arraigarnos a algún espacio, quizás a ese que nos vio nacer o crecer. O aquellos que adoptamos por vivir mucho tiempo allí y nos ganamos el derecho al arraigo.
Por ejemplo, una persona que se nace en Bolivia y vive muchos años en Argentina, podría adoptar esta segunda ciudadanía y decir "soy boliviana y argentina", usando así dos gentilicios a la vez.
Así que el gentilicio adjetivo, es una construcción semántica que tiene mucho más significado del que vemos a simple vista cuando pensamos en las reglas de la lengua castellana. Implica hablar de dónde venimos y dónde hemos construido nuestras vidas, y por eso, preguntarse qué es un gentilicio, se vuelve tan importante.
El idioma español es de una complejidad tan interesante, con una potencia increíble, no solo por las posibilidades que otorgan sus reglas, sino también por las modificaciones y reapropiaciones a las que se ha sometido al darle la vuelta al mundo. Aunque el idioma original tenga su raíz y esta sea española, las variantes que han surgido de los diferentes dialectos ya existentes, así como las migraciones o los aislamientos geográficos son muy espaciales.
El gentilicio adjetivo es esa carta de presentación que representa no solo el lugar donde nacimos, sino también una pertenencia a una comunidad histórica y cultural.
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Historia del gentilicio como adjetivo
El gentilicio es el adjetivo y también el sustantivo que hoy en día describe la pertenencia de una persona, pero no siempre fue exactamente así. La palabra que le dio origen a este tipo de estructuras de la lengua proviene del latín gentilicium y era la palabra que hacía referencia al linaje de un varón en la Antigua Roma.
Resulta que en esa época, el linaje o la tribu era mucho más importante que el lugar donde había nacido esa persona. Ese era en verdad el grupo de gente o comunidad de pertenencia. Por eso, en la época romana el nombre se formaba por el nombre de pila, el gentilicium de su linaje, y el nombre de la familia. Entonces, el nombre de la línea de ancestros era aún mucho más importante que el del lugar de proveniencia. Entendiendo que en ese momento la construcción social y política de la sociedad era muy diferente, tiene sentido que lo importante fuera la casta de la que descendías.
Hoy en día, por suerte, al menos en el mundo de habla hispana eso ha mutado, y las personas adoptaron el gentilicio como un adjetivo y en ocasiones, sustantivo, que no forma parte de su nombre propio. Aunque, por supuesto, define también su identidad.
Gentilicio adjetivo, ¿cómo se construye?
En cuanto a sus reglas de construcción, el gentilicio adjetivo tiene una serie de reglas. En primer lugar, es importante saber que el gentilicio sea adjetivo o sustantivo siempre se escribe con minúscula cuando se encuentre dentro de una oración.
Ya sea que se use el gentilicio adjetivo o sustantivo, denota el origen de las personas y las cosas, pero no su ubicación o residencia. Así una persona conservar su gentilicio independientemente del lugar donde resida. Por ejemplo personas que nacieron en Colombia, México o Nicaragua, siempre serán colombianas, mexicanas o nicaragüenses.
Sin embargo, como contábamos más arriba en este artículo, también existen los gentilicios por adopción, es decir el que una persona por cariño o por lo que sea se establece en un lugar distinto del que nació.
En cuanto a cómo se forma el gentilicio adjetivo o sustantivo, debemos decir primero que se compone de un epónimo (que es la raíz) y un sufijo de los cientos que existen en el idioma español.
Cuando los sustantivos de los que vamos a formar el gentilicio terminan en una vocal se suele utilizar la terminación "ano" o "ino". En camabio, cuando el sustantivo termina en "land", "landia" o "landa" se agrega el sufijo o terminación "és".
Por otra parte, cuando terminan en consonante, como "l", "n" o "d", se suele usar "í", por ejemplo es el caso del gentilicio adjetivo de Yemen, Yemení. También en otros casos terminados en consonante se suele agregar el sudijo "eño" o "ero", como brasileño o brasilero para hablar de las personas nacidas en Brasil.
En este sentido algunos sufijos de gentilicio, ejemplos son:
-ano: mexicano, colombiano, boliviano, peruano.
- ense: estaounidense, nicaragüense.
- ino: argentino, alicantino.
- eño: hondureño, limeño, brasileño.
También existen gentilicios del orden de lo coloquial, como los costarricenses que se hacen llamar "ticos", o también existen otros con connotaciones más peyorativas como llamar "yanquis" o "gringos" a los estadounidenses, o "chicanos" a los descendientes de mexicanos nacidos en Estados Unidos.
El lenguaje tiene la capacidad de nombrar a lo que le tenemos cariño como también expresar formas de discriminación y xenofobia, que no son más que formas despectivas del miedo o aversión a una cultura que desconocemos, o que por alguna razón ha tenido una connotación negativa para el pueblo que lo nombra de forma despectiva.
Por otro lado, es importante tener en cuenta el género a la hora de usar el gentilicio. La mayoría de las terminaciones cambian según este, aunque también existen otras que son indistintas, como el sufijo -ense.
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Gentilicio ¿adjetivo o sustantivo?
El uso del gentilicio como adjetivo o como sustantivo dependerá del contexto en que estamos utilizando la palabra. Por un lado hay que tener en cuenta que el sustantivo es una categoría gramatical que se utiliza para nombrar un objeto, sujeto, lugar o concepto y cuentan con diferentes clasificaciones.
Los adjetivos son familias de palabras que modifican al sustantivo para expresar una cualidad respecto a esa cosa designada, pueden hacer referencia a una multiplicidad de características y también se clasifican en subclases. Una de ellas es el gentilicio adjetivo.
Cuando pensamos en gentilicios, ejemplos de su uso como adjetivos pueden ser:
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María es una española que vive en la esquina.
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Román es un hondureño que viajó a Portugal.
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Martín, Julieta y Mariano son los tres argentinos que ganaron el premio de ciencias.
En cambio cuando pensamos en sustantivos gentilicios, ejemplos:
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La china me estaba esperando a la vuelta.
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El chileno me contó sobre sus costumbres.
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La gallega está cansada de los chistes sobre su comunidad.
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Los españoles cocinan paella.
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Adjetivos gentilicios: ejemplos irregulares
Así, la lista de gentilicio ¿qué es?, puede ser muy larga, ya que existen tantos como países, regiones, ciudades, barrios y lugares hay en el mundo. Cada uno de estos espacios tiene su construcción y a veces es hasta difícil definirlos. También se agregan los que son irregulares y remiten a una connotación histórica y cultural. Gentilicios ejemplos de esto son:
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"Lusitanos" a la gente de Portugal
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"Helvéticos" a las personas oriundas de Suiza.
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"Holminenses" a quienes vienen de Estocolmo.
Los gentilicios adjetivos y sustantivos: una forma de nombrar la diversidad
Como hemos visto, la aparición del uso del gentilicio surge de la necesidad de nombrar a los otros grupos humanos y es una prueba de las diferentes relaciones que han establecido los grupos humanos a través de la historia.
Aunque pueden utilizarse también con formas despectivas, la principal cualidad de estos grupos de palabras es la del reconocimiento del otro. También el de la posibilidad de nombrar de dónde venimos y en qué lugar hemos echado raíces.
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