Muchas personas creen que ser feliz es una cuestión de suerte. Que hay personas a las que, simplemente, les va bien. Sin embargo, la realidad es muy distinta: se trata de cómo se toman la vida. Hay buenos hábitos, y hábitos que crean infelicidad. Tú decides con cuál te quedas.
Si sientes una insatisfacción crónica, si siempre tienes la sensación de que las cosas no te salen bien, y hasta consideras que no puedes ser feliz, es probable que tengas alguno (o varios) de estos malos hábitos que generan infelicidad. Son la llave de la insatisfacción eterna, y deberías cambiarlos hoy mismo.
1. Ser rencoroso
Guardar rencores eternos es obligarte a llevar una mochila llena de dolor siempre contigo. Es uno de los hábitos que crean infelicidad por excelencia.
Es que ser rencoroso es perpetuar los antiguos dolores. En cambio, perdonar es ir hacia adelante. Perdonando no sólo tenemos una buena acción hacia quien nos dañó. Ante todo, tenemos una conducta de amor hacia nosotros mismos.
2. Ignorar los problemas
Tal vez piensas que las personas más felices son las que no tienen problemas. Eso es un error, todo el mundo tiene sus propios problemas.
Pero las personas felices enfrentan sus problemas, intentan resolverlos, buscan la manera de salir adelante a pesar de la dificultad.
En cambio, la gente infeliz tiene como hábito ignorar los problemas. Meterlos bajo la alfombra, hacer que no existen.
Lamentablemente, los problemas no desaparecen por mucho que los ignoremos, y por eso es uno de los hábitos que crean infelicidad permanente.
3. Pensar que la felicidad vendrá luego
Las personas infelices no son capaces de vivir el momento. Siempre creen que la felicidad está más adelante. “Seré feliz cuando consiga trabajo”, “seré feliz cuando encuentre el amor”, “seré feliz cuando…”
La felicidad siempre se encuentra en otro momento, y nunca ahora. Cuando se tiene esta conducta de forma habitual, la felicidad nunca llega, ni siquiera cuando se cumple alguno de los deseos. Porque siempre hay otro más adelante.
4. Mirar a los demás
Compararse es una de las recetas más efectivas para ser infeliz. Siempre habrá alguien más lindo, más inteligente, o con un mejor trabajo. No importa lo que hagamos, siempre alguien nos superará. ¿Y qué? ¿Por eso somos menos valiosos?
Las personas que viven comparando su vida con la de los otros (algo muy común en la era de las redes sociales) son las más infelices.
5. Quejarse de todo
La queja constante no ayuda a mejorar la vida de uno. Al contrario, sólo la empeora. Aquellos que se quejan de todo no hacen más que generar una energía negativa, que los envuelve a sí mismos y a todo lo que los rodea.
Cuando algo no está bien, es necesario enfrentarlo y cambiarlo. Quejarse y seguir haciendo lo mismo no sirve para nada.
6. Victimizarse
Jugar el papel de víctima es no asumir la responsabilidad que cada uno tiene sobre su propia vida.
Claro que pueden suceder cosas malas y que todos podemos tener una “mala racha”. Pero las personas que permanentemente se victimizan en el fondo tienen una sensación de desamparo, y de impotencia respecto de su propia vida.
Cada uno tiene el timón de su historia, y hasta en los peores momentos es posible salir adelante.
7. Adicciones
Como decíamos, la clave para ser feliz es enfrentar los problemas. Entre los hábitos que crean infelicidad, las adicciones son de las más preocupantes.
Es que generalmente, se cae en los vicios justamente por una necesidad de evadirse de la realidad, de buscar un refugio alejado de los problemas. Pero lamentablemente, quien entra en las adicciones empieza un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Pues la adicción genera más problemas, y aumenta así la necesidad de evadirse; por tanto, se acentúa la adicción.
Tratar las adicciones es muy importante para la salud física y mental de cualquier persona que padezca una.
8. Evitar a la gente
Socializar es una de las cosas que generan mayor felicidad. Los amigos, la pareja, la familia. Hasta los compañeros de trabajo. Tener buena relación con los demás es una fuente de buenos sentimientos.
Claro que a veces tenemos momentos en los que no queremos ver a nadie. Eso es normal hasta cierto punto. Pero evitar sistemáticamente a los demás, y volverse un ermitaño, puede afectar a la salud y hacernos infelices.
Ser demasiado antisocial puede no ser una buena manera de ser feliz.
¿Te reconoces en alguno de estos hábitos?