El yoga es mucho más que una simple actividad física. Es una filosofía de vida, un camino hacia adentro en búsqueda de una armonía interior que luego se expande hacia afuera. Nos ayuda, como un bálsamo, a atravesar los momentos difíciles, nos da herramientas para calmar la mente, renovar la energía, mejorar la salud y, sobre todo, para escucharnos, registrarnos y aceptarnos.

En este sentido, no es solo un conjunto de posturas ni tampoco una rutina fitness. Aunque el fin último del yoga sea esa búsqueda del propio despertar, existen diferentes formas de aproximarnos a todo lo que nos propone, y una de ellas, es la práctica física.

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Muchas personas se acercan al yoga en busca de flexibilizar su cuerpo, sanar lesiones, o incluso tonificar glúteos, brazos, abdominales o cualquier otra parte de su cuerpo, sobre todo debido a los estilos más modernos. Es que aunque en sí mismo el yoga es una práctica fundamentalmente espiritual, el cuerpo es la vía de acceso.

Si tú estás buscando una actividad que puedas hacer para tonificar alguna parte específica de tu cuerpo, como los glúteos, puedes probar con el yoga. Aquí te compartimos algunas posturas para principiantes que podrían ayudarte a generar una rutina. Pero, ¡no te olvides! El yoga es mucho más, y genera muchos otros beneficios que también te harán verte y sentirte bien.

Malasana

Esta postura lleva las piernas abiertas al ancho de tus caderas, el torso bajo y las palmas juntas. Los codos empujan levemente las rodillas hacia afuera para ayudar a abrir la cadera. Los glúteos deben estar contraídos, por eso ayuda a su tonificación.

La postura también trabaja los músculos cuadriceps, isquiotibiales y las pantorrillas, además de fortalecer la espalda y el centro.

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Utkatasana

También conocida como postura de la silla, es una asana en la que debes flexionar tus piernas y bajar los glúteos como si te sentaras en un banco imaginario. El torso debe permanecer levemente inclinado hacia delante, el ombligo debe querer ir hacia adentro y hacia arriba. y los brazos irán estirados por encima de la cabeza, a cada lado de las orejas.

Esta postura fortalece, además, piernas y brazos. Involucra a distintos grupos musculares, pero fundamentalmente: cuádriceps, abductores, isquiotibiales y glúteos.

Medio puente

Llamada Setu Bandha Sarvangasana, esta postura se realiza a partir de estar recostado boca arriba. Flexiona tus rodillas, con las plantas de los pies sobre el suelo. Inspirando, eleva tus caderas hacia el techo, dejando los hombros apoyados en el piso. Mantén apretados tus glúteos y piernas, pues te permitirán sentirte cómodo en la postura.

Esta asana trabaja glúteos e isquiotibiales. Si quieres intensificarla, puedes elevar tus talones. Usa las palmas de tus manos sobre el suelo para presionar hacia abajo y generar fuerzas opuestas que te ayuden también a estirar.


Recuerda acompañar cada postura con tu inhalación y exhalación. Para terminar, lleva tus glúteos a los talones y hazte un bollito en la postura del niño, relaja tu cuerpo, y descansa.

Importante: Debe aclararse que Bioguia no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, Bioguia no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.

Fuentes:

Vitonica