El yoga es una de las disciplinas o filosofías más antiguas y recomendadas por muchos motivos. Combina asanas (posturas), con prácticas de respiración, relajación y meditación. Actúa, además, a nivel físico, mental y emocional.
Pero, más allá de este conocimiento popular, ¿qué opinión tiene la ciencia?
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Lo que entusiasma a los científicos sobre el yoga son las mejoras múltiples que genera, ya que por ejemplo puede favorecer el sueño, lo que brinda más energía y concentración durante el día. Eso motiva mejores hábitos, más movimiento físico, menos dolores y molestias, mejor sueño, y así el círculo se va cerrando de forma positiva, y expandiéndose.
Además, al ayudar a conciliar el sueño, mejorar su calidad y duración (según sugieren las investigaciones recientes), favorece el bienestar físico. Y es que un mal descanso aumenta los riesgos de padecer problemas de salud crónicos, como enfermedades cardíacas o diabetes.
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Durante 8 semanas, 20 personas con problemas para dormir practicaron 30 minutos de yoga cada noche antes de acostarse. El resultado fue que luego dormían 36 minutos más en promedio y se despertaban menos durante la noche. Su calidad de sueño mejoró, además, en un 11%.
Con estos resultados, los investigadores señalaron: a mayor práctica de yoga, menos perturbaciones al dormir, mejor y más reparador descanso.
y tú, ¿ya practicas yoga? ¡Cuéntanos!
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