Los lunares son una pequeña zona de la piel, generalmente de forma circular, que está levemente oscurecida como resultado de una agrupación de células pigmentadas (llamadas nevus o melanocitos).

Aunque la mayoría de ellos son benignos, es necesario estar alerta por si se presenta uno canceroso. Cuando son pequeños, se tienen desde el nacimiento o desde niños y tienen una forma y un color regular, no suele haber razones para preocuparse.

Sin embargo, cuando aparecen lunares nuevos siendo adultos, o éstos cambian de color o tienen algunas características particulares, es necesario estar atentos y revisarlos como precaución para evitar alguna enfermedad grave como puede ser el cáncer de piel.

Las cifras de muertes por melanoma (un tipo de cáncer que puede esparcirse a los órganos) son alarmantes, pues cada 54min muere alguien a causa de esta enfermedad. Estar pendiente de nuestros lunares y aprender a reconocer las señales puede salvarnos la vida.

 ¿Por qué los lunares pueden ser peligrosos?

El 86% de los casos de melanoma, son causados por la radiación ultravioleta que emite el sol y han ido en aumento desde los años 90. Si se detecta a tiempo, puede haber un 80–90% de probabilidad de supervivencia.

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¿Cómo puedo saber si tengo cáncer de piel?

La primera señal de melanoma es algún cambio en los lunares o la aparición de uno nuevo.

¿A qué le debo prestar atención?

Éstas son las señales de alerta para detectar un lunar peligroso:


Puedes tomar una fotografía del lunar que crees que está cambiando y después de un tiempo tomar otra para compararlas.

Todos debemos hacernos un chequeo de la piel, especialmente cuando tenemos muchos lunares. También se debe hacer si hay un historial de cáncer en la familia o si te has expuesto mucho al sol.

¿Cómo puedo reducir el riesgo de desarrollar melanoma en el futuro?


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