Las constelaciones familiares son una terapia sistémica que busca resolver conflictos emocionales a través de la representación de relaciones fraternales. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Por qué no se debería constelar a los padres?
Esta práctica se basa en la premisa de que los padres ocupan un lugar fundamental en la estructura familiar. Al intentar constelarlos, se pueden alterar dinámicas profundas y provocar desestabilización en el grupo familiar, lo que puede generar efectos adversos para las generaciones futuras.
Una de las causas más importantes para no constelar a los padres es el respeto por el legado familiar. Los progenitores son portadores de historias y patrones ancestrales que moldean la identidad de los hijos. La intervención directa en su constelación puede interrumpir esta herencia emocional, desviando la atención del trabajo de sanación individual Al centrar el proceso en la propia experiencia e intuición, se fomenta una mayor libertad y un enfoque más saludable en la práctica terapéutica.
Además, se permite que los adultos asuman la responsabilidad de su propio proceso depurativo. Muchas veces, los conflictos que atraviesan los hijos son proyecciones de sus propias luchas personales. Al poner bajo la lupa su historia y proceso singular, en lugar de tratar de cambiar a sus genitores, se habilita un camino más efectivo hacia el entendimiento y la resolución. Así, el acto de constelar, se convierte en una herramienta poderosa para indagar y sanar el pasado sin obstaculizar las dinámicas familiares primarias.
¿Por qué no se debería constelar a los padres?
Respeto a la Dinámica Familiar: En las constelaciones familiares, se declara que los padres tienen un rol fundamental en el sistema familiar. Intentar constelarlos puede alterar la dinámica natural y generar desequilibrios.
Papel de los Ancestros: Los padres representan un vínculo directo con los ancestros. Al constelar a su figura, se corre el riesgo de interferir con los legados y las historias ftaernales que son esenciales en la identidad y el bienestar de las generaciones posteriores.
Autonomía del Adulto: Muchos enfoques en constelaciones sugieren que, como adultos, los hijos deben hacerse responsables de su propio proceso de sanación. Esto implica reconocer la historia familiar sin tratar de cambiar a los padres.
El Enfoque en la Proyección: Algunas teorías sugieren que los problemas que enfrentan los hijos pueden ser proyecciones de sus propias dificultades. Constelar a los padres podría desviar la atención de las verdaderas raíces del conflicto, que a menudo residen en la propia experiencia del constelante.
Emociones no Resueltas: Al constelar a los padres, se pueden desencadenar sentimientos no trabajados, lo que puede resultar en conflictos emocionales más profundos en lugar de ofrecer una resolución.
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