Por: DW.
No fueron solo 200 personas como se pensaba inicialmente. Más de 8.500 alemanes serán llamados a inocularse nuevamente contra el COVID-19 debido a que recibieron una solución salina -inofensiva para la salud- en vez de la vacuna anticovid de BioN-Tech-Pfizer.
En abril pasado, se dio a conocer en los medios el caso de una enfermera alemana de un centro de vacunación de Baja Sajonia (norte) que había sido acusada de haber dejado caer una ampolla de la vacuna contra el COVID-19 -equivalente a seis dosis-, y luego haber rellenado las jeringas con suero fisiológico para ocultar su error.
Los medios alemanes reportan que este episodio tendría una dimensión mucho mayor de lo que se pensaba. Según la policía, tras interrogar a la enfermera y en colaboración con otros colegas, había surgido suficiente evidencia que indicaba que "la mujer no actuó solamente en este caso en particular".
En vista del revuelo mediático del caso, la enfermera, quien fue destituida por las Cruz Roja alemana tras el confuso suceso, fue investigada por el Servicio de Seguridad del Estado para determinar si existía una motivación política de su parte.
Las motivaciones reales detrás de este suceso aún no están claras, pero se cree que la mujer había comparado a la pandemia con la gripe en redes sociales y había compartido caricaturas difamatorias sobre el COVID-19 a través de WhatsApp que solían circular en los grupos de teorías de conspiración, según información publicada por Der Spiegel.
En su defensa, los abogados de la acusada afirman que solo ocurrió una vez, que lo hizo para ocultar su error y niegan tajantemente que exista una motivación política detrás.
"Estamos hablando de un total de 8.557 personas que pueden no haber recibido la protección de la vacunación total o parcialmente, y que suponen que lo hicieron", dijo el administrador del distrito de Frisia, Sven Ambrosy.