Si nunca has oído hablar sobre qué es kintsugi, beneficios y de qué manera aplicarlo a tu vida, en este artículo te contamos todo lo que tienes que saber para afrontar tu vida diaria con un mejor espíritu.
Todas las personas tienen caídas, errores y desaciertos, pero no todos pueden aceptarlos y aprender de ello. Por eso, se habla de distintas técnicas como el kintsugi, con el fin de aprender más sobre uno mismo y estar en armonía.
Y es que en el último tiempo las personas se interesaron por conocer un poco más sobre este tipo de prácticas, qué significa, para qué sirve, cómo utilizarlas en el día a día y de qué manera llevarlas a cabo con el fin de amarse, aceptarse y estar en paz consigo mismos.
No se trata de una moda, sino de un estilo de vida, en poner en práctica distintas herramientas utilizadas por diversas culturas que ayudan al autoconocimiento y a bajar los niveles de ansiedad. Incorporarlas de manera rutinaria, modifica pensamientos negativos y su forma de actuar ante determinadas situaciones.
Pero, ¿a qué se debe este repentino interés en cuestiones más filosóficas y espirituales o de prácticas como el kintsugi? Quizás tenga que ver, sobre todo, con las rutinas y las sobrecargas de actividades de las personas a nivel mundial.
Las vidas cargadas de actividades y los problemas económicos, llevan a los sujetos a tener cada vez más estrés, depresión y pensamientos negativos, sin distinguir edades. Incluso, cuentan con poco tiempo para dedicarse a ellos mismos, tapen sus sentimientos y no piensen en lo que realmente los hace feliz, lo que los conecta con los demás, con la naturaleza, y sobre todo con lo más profundo de su ser.
¿Te ha pasado de sentirte de esta manera? ¿Te has paralizado frente a las tantas actividades que tenías estipuladas? ¿Has cancelado o procrastinado tareas que quizás pasaron de ser un disfrute a convertirlas en obligación?
Todo va de la mano con todo, y es así que cada vez más personas buscan refugio en herramientas como los mantras, el reiki, o la meditación, con el fin de hallarse a sí mismos y lograr un equilibrio de cuerpo y alma. Y por qué no en prácticas artísticas como el kintsugi.
De más está decir que estas herramientas no son mágicas. Se requiere un cambio de pensamiento, una verdadera necesidad de modificar esta forma de ser, sino que son simplemente ayudas para conectar con las cosas simples de la vida y amarse a uno mismo.
Estas herramientas ayudan a conseguir el bienestar emocional, ya que se modifican pensamientos negativos que muchas veces invaden la cabeza y generan incertidumbre, angustia, estrés y trabas en varios aspectos de la vida. Además dedicar tiempo en hacer cosas que gusten y para uno mismo también ayuda.
Por eso, en este artículo queremos hablar sobre qué es kintsugi, beneficios, cuáles son los más comunes y de qué manera es posible que lo pongas en práctica para que no te queden dudas y puedas comenzar ya con esta herramienta de sanación y fortaleza energética.
Qué es kintsugi
Quizás hayas escuchado hablar alguna vez sobre qué es kintsugi. De hecho es una práctica milenaria que se está haciendo más conocida en los últimos tiempos.
La palabra “kintsugi” significa “oro” y “arreglo” por lo que se podría traducir como una fijación por el oro o el parche dorado.
Proviene de la cultura japonesa y es una práctica artística que consiste en usar oro o plata líquida para reparar objetos de cerámica.
En lugar de ocultar las grietas con pegamento transparente, los artesanos japoneses mezclaban polvo de oro, plata o platino con una resina especial para unir las piezas rotas. La utilización de este metal precioso hace que cada pieza sea única y valiosa, no solo por la presencia del oro sino por la singularidad del objeto.
Pero no se trata solo de una práctica artística sino también filosófica. Así como una cerámica rota puede transformarse en una expresión de belleza y resiliencia, en paralelo, el ser humano tiene la capacidad de superar sus dificultades y errores y aprender de ellos.
Las imperfecciones, los errores y los tropiezos son parte de la vida y de la esencia de las personas. Por eso, a partir de esta práctica se motiva a las personas a amar las cicatrices, los defectos, tomarlas como una parte valiosa de la vida y de la que se puede aprender para avanzar.
El kintsugi tiene sus raíces en Japón y se remonta al siglo XV. Originalmente, era una técnica utilizada para reparar objetos de cerámica, especialmente tazones y tazas.
Las primeras apariciones de esta técnica de reparación se remontan a la época Jomon, 10.000 AC. Sin embargo, la leyenda cuenta que cuando en el siglo XV el Shogun Ahikaga Yoshimasa rompió su taza de té favorita, encargó a los artesanos que la repararan para que fuese utilizable y digna de su cargo. Estos artistas mezclaron laca con polvo de oro y dieron a su taza una segunda vida con un aspecto magnífico.
Pilares del kintsugi
Esta práctica artística y filosófica tiene algunos pilares en los que se basan para quienes ponerlo en práctica.
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Aceptar las imperfecciones: Todas las personas tienen complejos consigo mismas o con cuestiones de su vida. Y es que las imperfecciones son parte y pueden provocar diferentes heridas emocionales.
Según este estilo de vida hay que abrazar estas dificultades o imperfecciones con el fin de aprender y superarse día a día -
Resiliencia ante las dificultades: El proceso de reparación del kintsugi muestra como de una situación que parece que no tiene salida ni reparación se puede conseguir belleza, como con las cerámicas.
En la vida de las personas pasa lo mismo, de los malos momentos se puede sacar lo bueno. Crisis significa oportunidad. Las experiencias de superar obstáculos pueden fortalecer a los sujetos y embellecerlos. -
Proceso de recuperación: El camino que se realiza para superar un problema también es importante. Cada paso hacia el cambio aunque deje marcas, contribuye a la belleza interior.
Kintsugi: Cómo aplicar este estilo de vida
Ahora bien, ¿en qué momentos se puede aplicar esta técnica en el día a día y de qué manera?
Desarrollo personal: Todo aquello que no consigues o no sale, aplicando el kintsugi podrás verlo como un aprendizaje y una oportunidad para mejorar y crecer. Cada tropiezo será un desafío para hacerte más fuerte y con mayores conocimientos.
Esto también da paso a otro de los ámbitos en los que se puede aplicar esta técnica y tiene que ver con la superación personal. Enfrentarse a desafíos y superarlos es parte de la técnica filosófica y artística.
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Relaciones personales: Ante la adversidad y las peleas perdonar y aprender de los errores para mejorar las relaciones será un excelente camino.
Bienestar mental: Sentirse frustrado ante situaciones que no salen como se esperaban provocan angustia, desequilibrio y estrés.
El kintsugi propone encontrar belleza en estas cosas, en la capacidad de recuperarse y contribuye a la paz mental.
Autoaceptación: Todo aquello que se odia o no gusta de uno mismo es parte de lo que hace a la singularidad de las personas. Aceptar las imperfecciones ayuda a mejorar la autoestima y mejorar el bienestar.
Ahora ya conoces qué es kintsugi, beneficios y cómo aplicarlo en tu día a día. ¿En qué otros espacios aplicarías este estilo de vida?
Fuente: La Razón y Saber Vivir TV