Las hemorroides son una importante estructura del canal anal. Son engrosamientos en forma de nudos de los cuerpos cavernosos del recto, que se encuentran en la parte superior del esfínter del ano. Las hemorroides ayudan a los esfínteres a permanecer cerrados, formando una especie de válvula, incluso con los aumentos de presión, como por ejemplo, al estornudar o reír.
Antiguamente, se las conocía como grieg haimorrhoideis phlebes, que significa “arterias por las que fluye la sangre”, y fue adaptado al español antes del siglo XVIII.
Las estimaciones científicas determinan que más de un 50% de los mayores de 30 años las padecen. En España, puede haber hasta 20 millones de afectados por hemorroides (almorranas) y en México, el número supera el 65% de la población.
Son frecuentes en el embarazo, y últimamente se han generalizado por malos hábitos alimenticios que propician obesidad y estreñimiento. También pueden aparecer por el sedentarismo, la ropa ceñida, y todo lo que cause mala circulación sanguínea, ya que esto hace que las venas de zonas sensibles se inflamen.
Grado de las hemorroides
Las hemorroides se clasifican en 4 grados diferentes dependiendo del grado de inflamación. En cada grado aparecen diversos síntomas:
Hemorroides grado I
- En este estadio aparecen las hemorroides algo aumentadas de tamaño, pero son relativamente pequeñas y no visibles desde fuera.
- Pueden desaparecer espontáneamente o sin tratamiento especializado y, en la mayor parte de los casos, no producen ningún tipo de síntoma.
- Solo con la ayuda de una cámara introducida a través del canal anal para observar el recto (rectoscopia), puede el médico reconocer la hemorroide en este grado.
Hemorroides grado II
Las dilataciones en forma de nudo en el recto son mayores, saliendo de forma ocasional por fuera del canal anal. Puede aparece dolor, que se origina en la piel sensible. Otros síntomas en este estadio son, por ejemplo, los siguientes:
- Sangrados indoloros al defecar, que bien aparecen con las deposiciones o en forma de gotas.
- Quemazón, picor, piel inflamada y enrojecida y exudado de la zona anal.
- Aparece una sensación de vaciado rectal incompleto tras la defecación y, en ocasiones, sensación de cuerpo extraño.
- Si las hemorroides aparecen en el canal anal, éstas pueden quedar atrapadas, lo que se denomina incarceración o estrangulamiento de la hemorroide, que causa un gran dolor.
- Se pueden formar trombos que pueden llevar al total bloqueo o taponamiento de estas venas.
Hemorroides grado III
En este estadio, las hemorroides “caen” tras la defecación o incluso de forma espontánea fuera del esfínter anal. Se habla entonces de un prolapso. Las hemorroides no van a desaparecer por el canal anal de forma espontánea. El afectado puede empujar las hemorroides con el dedo de vuelta al interior del canal anal.
Hemorroides grado IV
En este último estadio, las hemorroides están permanentemente fuera del ano (prolapso fijo) y no pueden ser reintroducidas de forma manual. En este grado, las hemorroides son visibles siempre. Generalmente, esto lleva a un prolapso anal, en el que, además de los nudos hemorroidales, también sobresale la mucosa hasta dos centímetros por fuera del ano.
En el grado III y IV las personas desarrollan los siguientes síntomas:
- Pinchazos y sensación de comezón en la zona anal.
- Picor en el ano.
- Producción de un exudado que mancha la ropa interior.
- Incontinencia ocasional de heces.
- Sensación permanente de cuerpo extraño en el canal anal.
- Sangrados.
- Dolor.
- Generalmente, el calor empeora los síntomas de las hemorroides.
Las hemorroides inflamadas no tienen que ser tratadas si no producen molestias o éstas solo aparecen de forma ocasional. Lo importante es que el médico pueda descartar un tumor maligno en caso de sangrado con la deposición. En este caso, haría falta una visualización de todo el intestino grueso mediante una colonoscopia.
Las molestias que producen se pueden reducir de forma eficaz si durante el tratamiento la persona consigue que las deposiciones sean blandas. Esto ayuda a que se puedan eliminar sin mucho esfuerzo.
Qué hacer ante las hemorroides
- Realizar ejercicio de forma regular.
- Mantener una alimentación equilibrada y rica en fibra, verduras y fruta.
- Evitar los alimentos que produzcan gases.
- Beber suficiente líquido. Entre 1,5 y 2 litros al día.
- Tomar diariamente salvado de trigo con abundante líquido es muy beneficioso para tratar el estreñimiento.
- Mantener una correcta higiene de la zona anal. Los baños de asiento y el uso de compresas con manzanilla pueden ser muy beneficiosos.
- Es importante evitar los jabones y las toallitas húmedas porque pueden irritar la piel y dificultar la curación.
- El hamamelis reduce el dolor agudo de las hemorroides. Se puede conseguir el preparado en las farmacias sin receta médica. Alivia la inflamación y mejora el picor.
Entre los alimentos con más fibra puedes incorporar: semillas de lino, fruta deshidratada, manzanas, frutas finas, frutos secos, col rizada o repollitos de bruselas, brócoli y coliflor, zanahorias, hinojo y legumbres.
Este problema puede solucionarse con diferentes tratamientos caseros, sin necesidad de comprar ningún producto, aunque se recomienda recurrir al médico cuando el problema es muy persistente.
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