Un nuevo estudio de Harvard, MIT y la Universidad de Colorado en Boulder sugiere que despertarse más temprano sería la clave del éxito. Su conclusión concuerda con un popular dicho: “el pájaro tempranero se queda con la lombriz y tiene mucha menos melancolía respecto de la disponibilidad de lombrices y opciones".
La investigación básicamente exploró si despertarse más temprano reduce el riesgo de depresión.
Los expertos reconocen que desde hace mucho que la gente que se despierta más temprano tiende a ser menos deprimida. Afirman que las aves nocturnas que representan alrededor del 10% de la población, tienen el doble de probabilidades de sufrir de depresión.
Sin embargo, los científicos desconocían qué horario de sueño hace la diferencia y la información provino de cuestionarios y no de observación. Esto llevó a los investigadores a analizar los datos genéticos de 850.000 personas a través de la compañía 23andMe. Los datos obtenidos mostraban que el 38% de los voluntarios habían monitoreado su sueño a través de un dispositivo y otros aportaron la información por medio de cuestionarios sobre su modo de dormir.
¿Qué se encontró en los resultados?
La investigación reveló que la gente con genes que la predispone a despertarse temprano tiene menos depresión. Y que despertarse una hora más temprano reduce el riesgo de depresión un 23%.
Despertarse dos horas más temprano reduce el riesgo alrededor del 40%.
Pero advierten que este beneficio no deriva sólo de poner el despertador más temprano: también requiere irse a la cama una o dos horas antes de lo habitual.
Consideraciones: todos los voluntarios eran de ascendencia europea y los investigadores aún no entienden por qué los que tienen genes y hábitos que los hacen levantarse más temprano son menos deprimidos. A continuación, los científicos están planeando una prueba clínica grande al azar para mostrar definitivamente que manipular la hora de despertarse protege contra la depresión. Este estudio se publicará esta semana en JAMA Psychiatry.
Aprende como levantarte más temprano
Un estudio realizado por expertos de las universidades de Birmingham y Surrey, ambos en Reino Unido, y el de Monash, en Australia, señala cuales podrían ser los mejores consejos para acostumbrar nuestro cuerpo a levantarse antes de lo habitual
- Desayunar tan pronto como sea posible.
- Almorzar a la misma hora todos los días y no cenar después de las 19:00.
- Evitar la cafeína después de las 15:00.
- No dormir siestas más tarde de las 16:00.
- Despertarse entre 2 y 3 horas antes de lo habitual y exponerse a mucha luz del día por la mañana.
- Irse a la cama de 2 a 3 horas antes de lo habitual y limitar la entrada de luz por la noche.
- Mantener los mismos horarios de acostarse y levantarse cada día
Si se cumplen todos estos pasos por 3 semanas se logrará adelantar satisfactoriamente el reloj corporal que tenemos