La banana (plátano) es la fruta intertropical más consumida en el mundo. De sabor dulce y textura carnosa, es una gran fuente de fibras, potasio, magnesio, ácido fólico y vitaminas. Muchos suelen evitarla por considerarla engordante. Sin embargo, satisface mucho más que otras frutas con menor valor calórico, como las manzanas o la sandía. Además, sus carbohidratos son de fácil digestión, de manera tal que el cuerpo puede quemar las calorías que ofrece con mayor facilidad que aquellas que provienen de las grasas. Anímate a incorporarla en tu dieta sin culpas.
Es muy rica en potasio
Este mineral es fundamental para la generación y la transmisión de impulsos nerviosos. También es muy importante para preservar el buen estado de los músculos. Además, interviene en el control de la cantidad de agua en el cuerpo.
Es una de las mayores fuentes de magnesio
Este mineral relaja de manera natural los músculos y el sistema nervioso. Es por ello que es fundamental para quienes padecen estrés. Además, favorece el buen funcionamiento del intestino y el sistema inmunológico.
Regula las funciones intestinales
La banana madura es rica en taninos. Es por ello que se recomienda su consumo para aquellas personas que sufren de diarrea. Además, esta fruta aporta fructo-oligosacáridos (FOS), un tipo de fibra soluble que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas en el colon y protege las mucosas.
Preserva el buen estado mental y la memoria
Por su contenido de vitamina C, sumado a la presencia del fósforo, se recomienda el consumo de banana para aquellas personas que sufren de senilidad. Esta fruta también sirve para mejorar la capacidad mental y aumentar la memoria, de manera tal que puede ayudar a los estudiantes en épocas de examen.
Protege el estómago
La banana previene la aparición de úlceras gástricas. Se ha comprobado que incluso es capaz de ayudar a cicatrizar las mismas. También reduce la acidez y estimula la digestión.
Energiza nuestro cuerpo
Por su alto contenido de hidratos de carbono, la banana es un energizante natural.
Regula la presión arterial
Por ser rica en potasio y baja en sodio, se aconseja su consumo en casos de hipertensión arterial.
Ayuda a prevenir o tratar la anemia
Esta propiedad la confiere su alto contenido de ácido fólico, sustancia que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos. Es por ello que se suele incluir la banana en la dieta de quienes están bajos de hierro o tienen tendencia a la anemia.
Algunas ideas para incorporarla en la dieta
La forma más frecuente de consumir la banana es fresca, como fruta de mesa. Sin embargo, también se la incorpora como ingrediente en batidos, ensaladas de frutas y otros postres.
Smoothie de naranja y banana
Ingredientes
- - 2 tazas de jugo de naranja
- - La ralladura de una naranja
- - 1 taza de banana congelada
- - 1 ½ taza de zanahoria
- - 1 taza de yogur griego de vainilla (puedes reemplazarlo por cualquier otro yogur)
- - 1 o 2 cucharaditas de miel
- - Rodajas de naranja para adornar
Preparación
Coloca todos los ingredientes en una licuadora y licua a alta velocidad por dos minutos o hasta que la preparación tenga una textura suave. Raspa los bordes de la jarra con una espátula y licua por 30 segundos más. Sirve inmediatamente.
Helado de banana con mantequilla de cacahuete
Ingredientes
- - 4 bananas grandes muy maduras
- - 2 cucharadas de mantequilla de cacahuete
Preparación
1. Pela las bananas y rebánalas en rodajas de aproximadamente un centímetro. Colócalas en un plato o en una bandeja grande sin que se superpongan y llévalas al freezer por una o dos horas.
2. Coloca las rodajas de banana en una procesadora o en una licuadora potente. Procesa hasta hacerlas puré. Cada tanto, necesitarás raspar los bordes. El resultado final deberá ser una mezcla cremosa y suave.
3. Añade la mantequilla de cacahuete y procesa un poco más para integrar.
4. Sirve inmediatamente si quieres un postre de consistencia suave. Si prefieres el helado más sólido, llévalo al freezer por algunas horas.
Crujientes chips de banana
Ingredientes
- - 2 bananas maduras
- - 1 cucharada de jugo de limón
Preparación
1. Corta las bananas en finas rodajas.
2. Cubre las rodajas con jugo de limón
3. Cubre una bandeja con papel para horno y acomoda las rodajas sobre ella, evitando que se superpongan.
4. Cocina en el horno al mínimo. Cada media hora deberás voltearlas y revisar que no se quemen.
5. Sácalas del horno cuando estén crujientes. Deja que se enfríen por completo y guárdalas en un recipiente hermético.
Fuentes: