Cuando realmente te preocupas por la felicidad de los demás, es fácil perder de vista tu propia felicidad. Entonces sucede algo que se conoce y se suele sentir como "dar demasiado".

Puede que tengas buenas intenciones, pero si no tienes cuidado, terminarás perdiéndote por ser demasiado generoso con los demás, y puede pasar que tus buenas intenciones se vuelvan inútiles y disfuncionales. La solución no es dejar de ayudar por completo, sino poner límites cuando estén abusando de ti.

[También te puede interesar: Chantaje emocional: qué es y cómo actuar ante él]

A continuación, te ofrecemos algunas señales de alerta que te ayudarán a saber cuando estás dando más de la cuenta.

1. Te sientes como si estuvieras siendo manipulado

Si tienes sospechas de que estás siendo manipulado, probablemente lo seas. Alguien que te esté manipulando puede decir cosas para activar tu culpabilidad con el fin de obtener lo que quiere.

2. Tu ayuda es insostenible

Si tu “dar y dar” ha llegado al punto en el que ya no tienes recursos suficientes para ti, hay un grave problema. Si tu propia salud física o mental, autoestima o bienestar financiero están sufriendo y se están viendo afectados, estás dando demasiado y deberías detenerte antes de que sea tarde.

3. Tus relaciones se ven afectadas

Mientras que la generosidad sana puede permitir que las relaciones florezcan, el dar demasiado es una de las causas de que las relaciones se deterioren. Cuando no existe un equilibrio entre dar y recibir, uno o ambos pueden tener sentimientos de resentimiento, culpa o arrepentimiento que pueden causar conflicto y daño en la relación.

4. Estás manteniendo a alguien

Si tu actitud de dar ha llegado al punto de permitir que alguien “viva a costilla tuya”, como se dice popularmente, es el momento de dar un paso atrás. Permitir que otra persona permanezca físicamente insalubre, irresponsable o totalmente dependiente de ti no le hace bien a nadie a largo plazo. Si estás manteniendo a alguien, estás dando demasiado sin dudas y debes detenerte.

[También te puede interesar: Comentarios sarcásticos y manipulación: las señales de que tu relación se volvió tóxica]

5. Tu ayuda provoca que la otra persona se estanque en su vida

Puedes ser muy útil al crear procesos que faciliten el avance del otro en ciertos aspectos. Pero si la ayuda es desmedida, lo condenas a no aprender a desarrollar sus capacidades. Así, evitas que desarrolle nuevas habilidades y que descubra o explore todas sus capacidades. Esto también se aplica a los padres sobreprotectores que evitan cualquier fracaso a sus hijos.

6. Tu oferta de una sola vez se ha convertido en una obligación a largo plazo

Ser generoso una vez puede conducir a un círculo vicioso para aquellos que quieren abusar de tu amabilidad. Si tu oferta útil de una sola vez se ha convertido de alguna manera en una obligación a largo plazo, y tú no tenías la intención de que así fuera, recuerda que no te has comprometido a nada a largo plazo y que tienes todo el derecho a detenerte cuando tú quieras.

7. Siempre sacrificas algo

Si constantemente estás sacrificando tu propia felicidad para que otros sean felices, estás dando demasiado. Cuidar de otras personas es algo maravilloso. Pero cuidar de ti mismo es tan importante como aquello, incluso es lo principal.

Si sientes que algunos de estos puntos que se describieron te suceden a ti, es hora de evaluar qué es lo que te impulsa a querer dar más de lo que corresponde y qué deseas obtener con ello.

¡Concéntrate en tu propio bienestar y así estarás ayudando también a los que te rodean!

Fuentes:

Gutenberg

La Mente es Maravillosa