El dolor muscular es una molestia más común de lo que se piensa. De hecho, puede afectar a personas de todas las edades. Ya sea por alguna lesión, por una mala postura, o, simplemente, por el estrés del día a día, el dolor muscular puede aparecer en cualquier momento y convertirse en algo realmente molesto.
Ante estas situaciones, encontrar remedios efectivos para aliviar el dolor muscular es esencial para mantener una buena calidad de vida. Por eso, en este artículo vamos a recopilar los seis remedios naturales más efectivos para ayudar a mitigar el dolor muscular. Además, siempre será conveniente concertar una visita médica para profundizar en el motivo del dolor e intentar tratarlo.
1. Aceite de CBD
El aceite de CBD (cannabidiol) es uno de los remedios naturales más eficientes para calmar el dolor muscular. De hecho, este aceite derivado del cáñamo se ha hecho muy popular en los últimos años por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias naturales.
Si todavía no tienes ningún aceite de CBD por casa, puedes encontrarlo en la selección de aceites de CBD en Mamakana.es, existen infinidad de opciones. Al aplicar este aceite sobre la piel de la zona dolorida, el CBD interactuará con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que juega un papel crucial en la regulación del dolor y de la inflamación.
Utilizarlo es muy fácil. Tan sólo basta con aplicar unas gotas del aceite en el área afectada y masajear suavemente hasta que se absorba. Sin embargo, también se puede tomar el aceite por vía oral siguiendo la dosis recomendada en el producto y consultando a los profesionales de la salud.
2. Bandas de calor y de frío
Las típicas bandas de frío/calor o cualquier compresa que se pueda calentar y enfriar son un remedio perfecto para aliviar el dolor muscular. Por un lado, la aplicación de calor es clave para ayudar a relajar los músculos tensados y mejorar la circulación sanguínea en la zona dolorida. Por otro lado, las bandas frías pueden reducir la inflamación y el dolor agudo.
El modo de aplicación es muy sencillo. Para el calor, si tienes una banda o almohadilla térmica, caliéntala en el microondas durante un minuto y aplícala sobre el área dolorida durante 15 o 20 minutos varias veces al día. Si no tienes, puedes utilizar una bolsa de agua o una toalla caliente.
Para aplicar frío, puedes utilizar la misma almohadilla térmica o, en su defecto, una bolsa de hielo envuelta en un paño. Durante las primeras 48 horas tras la aparición del dolor, aplícala durante 10-15 minutos en la zona afectada cada pocas horas.
3. Estiramientos y ejercicios funcionales
El movimiento controlado y los estiramientos suaves pueden ser muy beneficiosos no sólo para aliviar el dolor muscular, sino también para tratarlo y prevenirlo. Los estudios han demostrado que el ejercicio funcional mejora la circulación sanguínea y ayuda a mantener la flexibilidad de los músculos. Eso sí, siempre se debe evitar practicar estos ejercicios cuando el nivel de dolor sea intenso.
Por otro lado, el estiramiento muscular debe hacerse en las posiciones recomendadas por los profesionales y durante, al menos, 30 segundos y evitando el rebote. Además, también puede ser recomendable practicar ejercicio de bajo impacto en la medida de lo posible (como caminar, nadar o hacer yoga) para mantener la musculatura activa sin sobrecargarla.
4. Baño de sales de epsom
Las sales de epsom, a la venta en cualquier supermercado o gran superficie, son un compuesto químico formado por sulfato y magnesio. Estos minerales pueden contribuir significativamente a reducir la inflamación, aliviar el dolor y relajar los músculos tensionados. Por lo tanto, se trata de otro remedio efectivo para el dolor muscular.
Para utilizar esta solución natural, deberás llenar media bañera con agua tibia y añadir dos tazas de sales. Deja que se disuelvan y, a continuación, remójate en el baño entre 20 y 30 minutos. La zona dolorida deberá quedar totalmente cubierta durante este tiempo para que las sales puedan penetrar en la piel.
5. Cúrcuma e hidratación abundante
La cúrcuma es una especia conocida en el mundo entero por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, principalmente, gracias a su compuesto activo, la curcumina. Durante siglos, este compuesto se ha utilizado en la medicina tradicional para tratar dolencias e inflamaciones, incluído el dolor muscular.
Además, mantenerte bien hidratado también puede ser clave para ayudarte a tener una función muscular adecuada y promover la reparación muscular. Por lo tanto, será interesante que consumas alrededor de dos litros de agua al día.
Las infusiones de cúrcuma pueden ser una gran idea tanto para introducir este compuesto activo en tu alimentación como para mantenerte hidratado. Sin embargo, también puedes echar mano de otras soluciones como la pasta de cúrcuma, que consiste en mezclar 2 partes de cúrcuma en polvo con 1 parte de agua para formar una pasta espesa. Luego, aplica esta pasta sobre los músculos doloridos y cúbrela con un paño limpio, dejándola actuar durante 20-30 minutos y luego enjuagándola con abundante agua.
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