Existen algunas conductas que, por haberlas visto cientos, quizás miles de veces en otras personas y en nosotros mismos, ya no las cuestionamos ni nos preguntamos por qué suceden o qué es lo que nos motiva a comportarnos de una manera en particular.

Pero incluso los comportamientos más aparentemente sencillos pueden esconder una complejidad psicológica, simbólico y fisiológica sorprendente. Esta es la explicación científica y neurológica de algunos de los comportamientos que vemos como normales y corrientes todos los días.

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Morderse las uñas

Normalmente asociamos mordernos las uñas con el nerviosismo y la ansiedad. Se sabe que hasta un 30% de la población adulta tiene este tipo de comportamiento, y se estima que entre los niños el porcentaje es aún más alto.

Los estudios indican que este hábito se da como resultado de una tensión acumulada que genera energía excesiva, la cual liberamos por medio de esta acción repetitiva. Aun así, existen razones médicas para no morderse las uñas tan frecuente en intensamente. No es un hábito que debemos promover demasiado.

Pero la necesidad por resguardarnos en lo habitual cuando nos sentimos tensos se ha demostrado incluso en estudios con animales, y las conclusión es que los hábitos reducen el estrés cuando sentimos tensión o incertidumbre.

Llorar

Si bien se entienden algunos de los principios por los cuales la gente normalmente llora, aun quedan muchos misterios por resolver. Se sabe que existen dos tipos de lágrimas, las fisiológicas y las emocionales. Las fisiológicas aparecen omo respuesta a ciertos estímulos físicos externos, como pelar una cebolla o exponernos a un gas irritante.

Las emocionales son liberadas cuando estamos bajo ciertas condiciones emotivas. Con las lágrimas emocionales, nuestro cuerpo elimina algunos componentes como el manganeso, cloruro de potasio, prolactina, endorfinas, adenocorticotropina y leucina-encefalina, y eso libera la tensión y el estrés.

Sonrojarse

Los humanos son aparentemente la única especie conocida que se sonroja, y aun no está completamente claro por qué, pero se estima que es una respuesta física al sentimineto de vergüenza o a la sensación de haber sido "descubiertos".

Según algunos expertos, la vergüenza nos hace liberar adrenalina y esto dilata los vasos sanguíneos de la cara, facillitando el flujo de la sangre, dándonos ese aspecto "colorado". Pero el misterio de por qué somos los únicos animales que se sonrojan continúa.

La generosidad

En un estudio realizado en Alemania, se condujeron experimentos con voluntarios para adentrarse y aprender más sobre la naturaleza de la generosidad y el altruismo. Los científicos sospechaban que además de costumbres sociales, existen razones biológicas por las que los humanos somos generosos con otros.

Según los resultados, las personas más generosas presentan dos características. Una, que tienen mayor actividad en una zona conocida como unión temporoparietal. Y dos, que esa zona tenía en ellos una fuerte conexión con el núcleo estriado, un elemento relevante en la sensación de felicidad. Es decir, que estamos biológicamente condicionados a ser generosos y sociales.

Besar

El beso es visto con frecuencia como una expresión unviersal de amor, pero en realdiad no está presente en todas las culturas, aunque sí en muchas. A nivel biológico, el intercambio de saliva que se da en los besos sexuales humanos es una manera de determinar cuando el compañero está apto para procrear, y tanto hombres como mujeres responden a cambios sutiles en el aliento y las hormonas presentes en la saliva.

Otras especies de primates también se besan, pero no presionan sus labios ni intercambian saliva, y solo lo usan con el propósito de reconciliarse. En humanos, además del beso sexual tmabién están los besos afectivos que damos a familiares o amigos, y los besos que se dan por norma cuando se saluda o despide de alguien en ciertas culturas.

De nuevo, los humanos somos únicos en la forma en la que damos besos, y no está completamente claro cuál es el origen de estas diferencias.

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Aún quedan muchos misterios por resolver en cuánto a la naturaleza del comportamiento humano, pero los estudios científicos siguen avanzando y poco a poco conocemos mejor las razones por las que nos comportamos de ciertas formas particulares.

Algunos dirían que estos misterios y comportamientos inexplicables son la esencia del ser humano.

Fuente:

La Mente es Maravillosa