Holanda ha sido precursor en lo que respecta a proyectos de movilidad sustentable. A principios de este año, se dio a conocer el proyecto SolarRoad, una ciclovía solar diseñada para obtener energía solar para alimentar el alumbrado público, los sistemas de tránsito, los automóviles eléctricos y las viviendas. Este proyecto se instaló en la ciudad de Krommenia, al noroeste de Ámsterdam, y pretende extenderse por todo el país
Siguiendo esta misma línea, y con el fin de desarrollar ciudades más sostenibles, en la ciudad holandesa de Rotterdam se está diseñando la primera carretera del mundo hecha a base de residuos plásticos extraídos de los océanos. La empresa constructora VolkerWessels está llevando adelante este proyecto que probablemente revolucionará el sistema vial. Se trata de paneles de plástico reciclado que se desmontan y se acoplan entre sí formando módulos que arman la carretera.
El diseño de estas carreteras es muy parecido al de los famosos Legos ya que, al igual que estos, su forma de encastre es a presión, lo que hace que sea de fácil acceso para reparaciones. A la vez, estas carreteras pueden, de forma fácil, trasladarse a diferentes lugares. Además, otra de las características que tiene este diseño es que puede instalarse en terrenos arenosos o pantanosos. Son una solución muy avanzada, ya que en los Paises bajos son muy comunes este tipo de superficies.
Por otro lado, entre estos módulos prefabricados habrá un espacio hueco de fácil acceso para la creación de infraestructura eléctrica, teléfonos o cualquier suministro que necesite ser ubicado debajo de las calles.
La propuesta no solo es una solución al destino de los residuos oceánicos sino también un gran sustituto al asfalto tradicional. La gran problemática que supone este material es que su producción emite cerca de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Si bien este proyecto es el primero en taclear ambas problemáticas, no se trata de la primer carretera de plástico. Un profesor de química en la india llamado Rajagopalan Vasudevan ha desarrollado un método para convertir plástico reciclado en asfalto. Este sistema fue utilizado en algunas ciudades por ejemplo en Vancouver en donde fue puesto en marcha este sistema.
El proyecto todavía está en fase de desarrollo, pero es una iniciativa muy creativa que se pone sobre los hombros dos problemáticas sumamente importantes. Por un lado, la contaminación que supone la fabricación de asfalto y, por el otro, el gran problema de los residuos plásticos que invaden los océanos. En cuanto esta última, diferentes proyectos están trabajando para darle un destino a estos residuos. Este es un ejemplo de esto así como también lo son, Karün, una marca de anteojos cuya materia prima principal son los deshechos oceánicos. Por otro lado, Parley for the ocean también trabajó en asociación con una marca deportiva para crear un par de zapatillas con estas características.