La convención de humedales también conocida como la Convención Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional (1971) es un tratado que involucra la participación de diversos países a nivel global, suscripto en dicho año en la ciudad iraní de Ramsar. De hecho, de allí proviene su nombre.

Este convenio de los humedales tiene como misión principal lograr la conservación y uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales. Y, como objetivo global, obtener mediante la cooperación internacional, un desarrollo sostenible de estos espacios en todo el mundo.

¿Qué son los humedales?

La Convención sobre los Humedales los define en forma amplia como: "las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".

En otras palabras, el término humedales se refiere a una amplia variedad de hábitats interiores, costeros y marinos que comparten ciertas características diferentes de los ecosistemas terrestres. Una de ellas es que suelen presentar una gran variabilidad tanto en el tiempo como en el espacio.

¿Por qué son importantes?

Tal como informa Ramsar en la página web oficial de la organización, los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo y de hecho, son cunas de diversidad biológica, fuentes de agua y productividad primaria de innumerables especies vegetales y animales.

Es por ello que los humedales son indispensables por los innumerables beneficios que le brindan a la humanidad: desde suministro de agua dulce, alimentos, materiales de construcción y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.

la lucha por la conservación

Por todos los motivos mencionados anteriormente, el convenio sobre humedales de importancia internacional se convirtió en una herramienta clave para enfrentar la pérdida y degradación de los humedales.

En este sentido, la cooperación internacional entre países y organizaciones promueve mediante la Convención de Rasmar incrementar y optimizar los esfuerzos para conservar estos ecosistemas al punto que las partes contratantes se comprometen en trabajar en pro del uso racional de todos los humedales y recursos hídricos de su territorio mediante planes, políticas y legislación nacionales, medidas de gestión y educación del público.

El compromiso internacional es particularmente importante porque hay humedales que se extienden por el territorio de más de un país, que forman parte de cuencas hidrográficas internacionales y que albergan especies compartidas.

La cooperación también contribuye al intercambio de información y experiencias, el acceso a recursos económicos para países en desarrollo, el aumento del conocimiento y la conciencia sobre la importancia de los humedales.

Esta convención logró que en la actualidad hayan más de 2.400 sitios Ramsar en todo el mundo. Abarcan más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, una superficie mayor que México.

INICIATIVAS LOCALES: EL CASO DE ARGENTINA

Según informa el Gobierno, a nivel nacional, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación actúa como Punto Focal Técnico de la convención. Dado el carácter federal de Argentina, las acciones son coordinadas con las autoridades provinciales a través de una Red de Sitios Ramsar. La misma fue creada con el fin de incrementar la interacción entre los responsables de su administración y fortalecer capacidades en temas tales como la planificación del manejo de los humedales, la participación de la comunidad en su gestión, el monitoreo de las características ecológicas y la evaluación de su efectividad, entre otros.

A nivel regional, la Argentina participa de la Iniciativas Regionales Ramsar para la conservación y uso sustentable de los humedales fluviales de la Cuenca del Plata (junto con Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de los humedales altoandinos (junto con Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela).

El humedal Península Mitre, ubicado en Tierra del Fuego, comenzó a formarse hace 18.000 años y representa el 84,4% de las turberas del país. Como si fuera poco, posee un alto grado de biodiversidad, un estado prístino casi sin disturbios asociados y una expansión superficial de 2400 km2 para capturar y fijar carbono, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

Todas sus características hacen que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya reconocido esta porción de tierra como uno de los humedales más importantes del mundo. Y, por este motivo, la ministra de Producción y Ambiente, Sonia Castiglioni, anunció en la legislatura la decisión política del gobierno de proteger la Península Mitre por decreto hasta tanto se apruebe una ley para su preservación y cuidado.