Florece como colibrí y fascina a la ciencia por su belleza: en las vastas y áridas regiones del norte de Australia florece una planta que parece desafiar la lógica de la naturaleza. Se trata de la Crotalaria cunninghamii, una especie cuya belleza y singularidad han cautivado tanto a botánicos como a entusiastas de la flora exótica en todo el mundo. Sus flores, increíblemente, adoptan la forma de un colibrí suspendido en pleno vuelo, como si estuviera bebiendo néctar del propio tallo.
Más allá de su increíble apariencia, esta planta perenne de la familia Fabaceae es un símbolo de resistencia y adaptación. Su cualidad para prosperar en climas extremos la convierte en una aliada invaluable en la restauración de suelos degradados, un papel ecológico que ha despertado el interés de científicos.
Según National Geographic, su nombre rinde homenaje al botánico australiano Allan Cunningham, quien fue el primero en estudiarla entre 1816 y 1839. Hoy, la flor colibrí verde, como también se le conoce, sigue impactando a quienes la descubren, recordándonos que la naturaleza nunca deja de sorprendernos con sus diseños más inesperados y cautivadores.
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El colibrí del reino vegetal
La flor colibrí verde puede alcanzar entre uno y tres metros de altura, no sólo sorprende por su apariencia, sino también por sus estrategias de supervivencia. Sus tallos leñosos y ramificados están cubiertos por una fina capa de pelos plateados que reducen la pérdida de agua, mientras que sus hojas ovaladas, de un tono verde grisáceo, reflejan la intensidad del sol del desierto.
Según NaturalistMX, la Crotalaria cunninghamii requiere suelos bien drenados y exposición a pleno sol. No tolera climas fríos ni helados, lo que hace que su cultivo fuera de Australia sea un desafío. Se propaga con facilidad a partir de semillas, que germinan tras un tratamiento con agua hirviendo, o mediante esquejes.
Su llamativa belleza captó la atención de jardineros y coleccionistas de plantas exóticas en todo el mundo. Sin embargo, más allá de su atractivo ornamental, esta especie es un testimonio viviente de la asombrosa creatividad de la naturaleza, donde el arte y la evolución se entrelazan de formas imprevistas.
Origen australiano
Oriunda del norte de Australia, esta planta perenne es conocida por sus singulares flores que parecen un colibrí volando mientras toma néctar.
A simple vista, la Crotalaria cunninghamii parece haber sido diseñada por la naturaleza para rendir homenaje a los colibríes. Sus flores despiertan la imaginación de quienes las disfrutan. Sin embargo, la ciencia dice que este parecido es, en realidad, una coincidencia.
El ecólogo de plantas de la Universidad de Melbourne, Michael Whitehead, expresa que, aunque el parecido es innegable desde una óptica humana, no existen pruebas que indiquen que esta planta haya evolucionado para imitar a un colibrí.