Se trata de algo histórico. Por primera vez, un latinoamericano ganó el “Nobel” de la conservación animal. Es alguien que se ha destacado por la preservación de los ambientes donde habitan pingüinos, aves que son su dedicación.
Su nombre es Pablo García Borboroglu
Reconocido por salvar gran cantidad de pingüinos en la Patagonia. Es argentino, nacido en Mar del Plata. Su mayor éxito ha sido la creación de 13 millones de hectáreas para salvaguardar a estas aves tan peculiares y en peligro.
Pablo García Borboroglu comenta que su abuela le inculcó el afecto por los pingüinos. Ella iba a caballo hasta las zonas de la Patagonia donde estaban esas aves. Muchos años después, le contó a su nieto sus experiencias.
Actualmente, García Borboroglu es investigador del Conicet del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) en Puerto Madryn. Ha sido galardonado con el Premio Indianápolis de Conservación en este año 2023. ¡Un gran logro!
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Combina la investigación y el activismo
No solo ha publicado y hecho labores de investigación. Además, logró crear zonas protección para los pingüinos en la Patagonia. Gracias a sus estudios, conoce muy bien las costumbres de estas aves y sabe como protegerlas.
“El doctor Pablo Borboroglu es responsable de importantes logros en la comprensión del comportamiento y la ecología de los pingüinos. Ha preservado millones de hectáreas de hábitat crítico para los pingüinos, lo que constituye un logro asombroso”.
Las anteriores palabras fueron dichas por Rob Shumaker, presidente y Director General de la Indianapolis Zoological Society. De esa manera, quedaba claro que el premio se entregaba a una persona con sobrados méritos.
Pablo García Borboroglu fundó la Global Penguin Society, Es una sociedad sin fines de lucro, la cual ha conseguido apoyos económicos de empresas como National Geographic y Disney. De esa manera, hay recursos para ayudar a estas aves.
“En la década de 1980 morían 40.000 pingüinos por año cerca de las costas de Chubut como consecuencia de los derrames de petróleo. Esas muertes estaban naturalizadas. Aparecían cubiertos de petróleo en las playas”.
Así recuerda Pablo García Borboroglu sus inicios por el activismo a favor de estas aves. Ahora, recibe un merecido reconocimiento por sus acciones en favor de estos animales.
Un persona con bastante preparación
Se gradúo en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Luego, obtuvo el doctorado en la Universidad Nacional del Comahue. Suma más de ochenta publicaciones en revistas, libros y colecciones de ensayos.
“Estoy muy contento con recibir el Premio Indianápolis de conservación”, dijo. “Nuestro trabajo ha servido para crear 13 millones de hectáreas de áreas naturales protegidas para los pingüinos en tierra y en el océano”.
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¿Te parece un premio merecido? Es el primer latinoamericano en devengar este laurel. Ojalá muchos otros activistas de la región sean reconocidos en el mundo.
Fuente: INFOBAE.