En el amplio abanico de contorsiones corporales que se practican en yoga, muchas de las posturas se han visto inspiradas por el mundo animal. Conocidas a través de su nombre en sánscrito, "asanas", ciertas posturas imitan las formas o poses de ciertos animales específicos. Algunas son más evidentes mientras otras no lo son tanto, pero podrás apreciar cómo algunos animales tienen sus propias formas de relajación.
1- Postura de la Cobra (Bhujangasana)
"Bhujanga" significa "serpiente" en sánscrito, esta asana imita la postura de una serpiente elevándose al ataque. La postura de la cobra es una pose común para principiantes y beneficia el pecho, los hombros, la columna vertebral y los glúteos.
Garuda, el rey de las aves en la mitología hindú, se podría traducir como "águila". Esta postura puede ser difícil, pero eso es parte de lo que hace que sea una gran pose para la concentración. Beneficia a los hombros, las caderas, los muslos, las pantorrillas y los tobillos.
Una de las posturas de yoga más conocidas. La pose utiliza todas las partes del cuerpo y sobre todo beneficia a los hombros, los brazos, las piernas y los pies. Esta pose rejuvenecedora, junto con su homóloga perro boca arriba, es una parte integral de la secuencia de saludo al sol.
El flujo suave de las poses de gato y vaca comienza con la espalda plana, de rodillas, con todas las articulaciones en línea; la pose de la vaca coincide con la inhalación, mientras que la pose redondeada del gato coincide con la exhalación profunda.
Una de las favoritas de nuestros amigos felinos, esta fácil postura beneficia al cuello, la columna vertebral y el torso. Por lo general se realiza en un vinyasa que fluye con la pose de la vaca.
A menudo considerado como uno de los estiramientos para atrás más difíciles, la actitud del camello es un gran estiramiento de todo el cuerpo, con especial énfasis en la garganta, el pecho, el abdomen, las caderas y los muslos. Se lo llama así por su mímica a la joroba de un camello. Además el camello, al levantarse del suelo lo primero que hace es apoyar sus rodillas sobre el suelo y luego yergue el resto del cuerpo.
Lleva el nombre de estas criaturas por más de una razón. No sólo se ve la pose como una tortuga, sino que también tiene la intención de llevar la atención a los pensamientos internos, como cuando la tortuga se mete dentro de su caparazón.
Esta pose, además de fortalecer brazos y muñecas, ayuda a la espalda superior, la región abdominal y la ingle. Una pose muy similar es Bakasana, o pose de gruya.