Las tostadas de la mañana, la pizza de los fines de semana, las pastas... Si estás pensando en dejar las harinas, seguro en algún momento te detuviste a pensar en todos esos alimentos que te parece imposible dejar de consumir, ya sea por gusto o por comodidad.

Relájate, no todas las harinas son iguales. Cuando se habla de evitarlas, en general se hace referencia a las harinas blancas refinadas que, además de generar adicción son poco nutritivas. Pero tenemos buenas noticias para ti: existen otras alternativas mucho más saludables que te ayudarán a hacer esa transición sin extrañarlas ni un poquito. Una de esas opciones es la harina de coco.

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¿Cuáles son sus propiedades?

  • La harina de coco (con sello "SIN TACC") es libre gluten, por lo cual es adecuada para celíacos o personas con alergia o intolerancia.

Cómo preparar harina de coco en casa

Como la harina de coco se hace muy fácil con los restos de la leche de coco, sería una picardía hacer una sin la otra.

Por eso, comienza preparando la leche de coco que puedes usar para reemplazar la de origen animal en cualquier preparación. Para eso necesitas una parte de coco rallado y dos de agua.

Remoja el coco rallado en el agua por algunas horas. Luego, mézclalo en la licuadora y cuélalo con una gasa limpia o una bolsa para leches vegetales, exprimiendo bien todo el líquido.

Lo que te sobre de la leche será tu harina de coco. Pon los restos en una bandeja para horno, formando una capa fina. Hornea hasta que esté seca. Luego, muélela con un molinillo de café o un procesador de alimentos hasta obtener un polvo. ¡Y listo!

Cómo se usa la harina de coco

La harina de coco se puede incorporar en recetas dulces y saladas, aunque debes tener en cuenta que, al igual que el coco fresco, tiene un sabor un tanto invasivo. Además, a diferencia de otras harinas, absorbe mucho líquido, por lo cual se recomienda utilizar la misma proporción de harina de coco que de líquido.

En preparaciones dulces puede ayudarte, por su sabor, a evitar o reducir la cantidad de azúcar agregada. En preparaciones saladas, puede brindar un toque de sabor excéntrico o agridulce.

Estos son algunos ejemplos de lo que puedes preparar: panecillos, bollos, galletas, crepes, wafles, o usarla para empanar o para espesar sopas.

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Fuentes:

Cuerpo y Mente

Armonia corporal