La piña es una fruta dulce y nutritiva. Se la conoce también como ananá, que significa "fruta excelente"

Una taza de piña fresca provee el 131% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Esta fruta también es muy rica en fibra, magnesio, manganeso y potasio. Además, es la única fuente conocida de una enzima digestiva llamada bromelina.

La piña es dulce, sin embargo su valor calórico es reducido: cada taza contiene aproximadamente 82 calorías, y no tiene casi grasa ni colesterol.

Todo esto la vuelve un excelente ingrediente para preparaciones dulces pero saludables, aunque muchas veces esolvidada en la pastelería. Este delicioso cheescake invertido de piña la tiene como protagonista.

1. Enciende el horno para que se precaliente a 160 ºC.

2. Mezcla el azúcar morena con dos de las cucharadas de mantequilla. Espárcelos cubriendo el fondo de un molde redondo de aproximadamente 9 pulgadas.

3. Coloca los anillos de piña en el molde. Si quieres los puedes cortar para cubrir toda la superficie. En el centro de cada uno, coloca una cereza.

4. Mezcla las migas de galletas con tres cucharadas de azúcar granulada y con la mantequilla restante. Vierte la preparación sobre los anillos de piña y presiona suavemente para que se meta entre ellos.

5. Bate el queso crema y el azúcar granulada restante con batidora eléctrica. Agrega la crema agria y la esencia de vainilla. Mezcla muy bien, y añade los huevos uno por uno, batiendo a velocidad baja (solo hasta mezclarlos, no sigas batiendo). Vierte esto sobre el molde.

6. Hornea el cheesecake entre 55 minutos y una hora, o hasta que el centro esté casi firme.

7. Para desmoldarlo, pasa un cuchillo por el borde del molde, deja enfriar 40 minutos y luego inviértelo sobre un plato. Quita el molde y refrigera 3 horas más antes de servir.

¿Delicioso, verdad?