La leche de coco suele utilizarse en recetas de Asia y el Caribe. Su textura hace que sea un sustituto ideal para la crema de leche y, como es de origen vegetal, no tiene colesterol. Por lo general, es un producto muy costoso, pero puedes elaborar la tuya en casa siguiendo estos sencillos pasos.
3 propiedades de la leche de coco
1. Un vaso de leche de coco proporciona un cuarto del requerimiento diario de hierro. Es por ello que es excelente para quienes suelen tener problemas de anemia.
2. Por ser rica en magnesio, ayuda a combatir los calambres y los dolores musculares.
3. Contiene grandes cantidades de vitamina C, motivo por el cual fortalece el sistema inmunológico.
Con coco rallado
Ingredientes
- 350 g de coco rallado o deshidratado
- 3 tazas de agua hirviendo
- 3 tazas de agua a temperatura ambiente
Preparación
1. Coloca el coco rallado y el agua hirviendo en una licuadora o procesadora.
2. Deja reposar por un minuto y procesa.
3. Agrega agua fría y sigue procesando durante varios minutos hasta obtener una pulpa muy fina.
4. Con un paño de lino o algodón, filtra el líquido.
Si dejas reposar la leche 48 horas en el refrigerador, la grasa se separará del agua y se elevará hasta la superficie. Puedes separarla con una espumadera y usarla para hacer crema batida.
Con coco fresco
Ingredientes
- 1 coco fresco grande
Preparación
1. Coloca el coco sobre una superficie plana y dura. Sostenlo firmemente con una mano. Usa un cuchillo grande para hacer cortes circulares cerca de los ojos (manchas redondas y suaves). Golpea en el mismo lugar hasta hacer un corte profundo. Sigue haciendo esto hasta que tengas una tapa que puedas levantar.
Otra opción es envolverlo en un paño, colocarlo sobre una superficie dura y usar un palote o un martillo para golpearlo por el medio. Así, se quebrará por la mitad. Si vas a hacer esto, primero haz un agujero para sacar toda el agua. Resérvala en un recipiente.
2. Una vez abierto, asegúrate de que el coco esté fresco. Tiene que oler bien y la pulpa debe verse blanca y húmeda.
3. Vierte el agua de coco en una licuadora.
4. Con una cuchara, saca la pulpa y colócala en la licuadora.
5. Licua el agua con la pulpa a velocidad alta hasta que se combinen por completo.
6. Cuela para deshacerte de los pedazos sólidos.