Consumir hielo o agua de glaciares puede parecer una práctica segura y natural, pero esconde diversos riesgos para el organismo humano. A pesar de su apariencia pura y cristalina, estos recursos naturales pueden contener una variedad de contaminantes que representan serios peligros.
Contaminación microbiológica
Los glaciares, aunque están formados por nieve comprimida y hielo milenario, pueden albergar microorganismos patógenos. Bacterias, virus y hongos pueden sobrevivir en estos ambientes extremos. Al derretirse el hielo, estos patógenos pueden liberarse, aumentando el riesgo de enfermedades infecciosas. Estudios han demostrado que algunos glaciares contienen bacterias resistentes a los antibióticos, lo que representa una amenaza adicional para la salud pública.
Presencia de metales pesados
El hielo glaciar puede contener metales pesados como plomo, mercurio y arsénico. Estos elementos pueden acumularse a lo largo de los siglos debido a la deposición atmosférica de partículas contaminantes, incluso desde tiempos preindustriales. La ingestión de estos metales pesados puede causar una serie de problemas de salud, incluyendo daño neurológico, hepático y renal.
Contaminantes orgánicos persistentes
Los glaciares pueden actuar como reservorios de contaminantes orgánicos persistentes (COP), sustancias químicas que no se degradan fácilmente en el medio ambiente. Estos incluyen pesticidas, bifenilos policlorados (PCB) y dioxinas. Al derretirse, estos compuestos pueden liberarse y contaminar el agua. La exposición a COP puede causar cáncer, trastornos endocrinos y problemas reproductivos.
Radiación y partículas radiactivas
Otra preocupación es la posible presencia de partículas radiactivas atrapadas en el hielo glaciar. Estos pueden provenir de pruebas nucleares atmosféricas realizadas en el siglo XX o de accidentes nucleares. La ingesta de agua con partículas radiactivas puede tener efectos a largo plazo, como un aumento del riesgo de cáncer y otros trastornos de salud.
Consideraciones ambientales
Asimismo, el consumo de hielo o agua de glaciares puede tener impactos negativos en el medio ambiente. La extracción de hielo glaciar puede acelerar la desaparición de estos importantes reservorios de agua dulce, afectando el equilibrio ecológico y la disponibilidad de agua para futuras generaciones, es prioridad considerar estos factores antes de optar por consumir estos recursos naturales.
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