Desde hace miles de años el hombre ha conseguido distintas maneras de tener energía para su beneficio, muchas de ellas deteriorando su hogar. Sin embargo, de igual manera existe la forma positiva a este hecho, la definición de energías alternativas se puede entender como aquellas que difieren de las tradicionales. Propiamente, son consideradas como amistosas con el planeta ya que no generan un impacto ambiental. Son limpias inagotables y existen muchos ejemplos para sus aplicaciones y formas de obtención.
Otra definición describe a las energías alternativas como renovables o verdes, debido a que no implican la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas). Los cuales liberan a la atmósfera grandes cantidades de CO2, acusado de ser la principal causa del calentamiento global y efecto invernadero.
Por lo tanto, la mejor manera de evitar estas emisiones contaminantes y cuidar el planeta es haciendo uso de fuentes de energías alternativas. De esta manera se produce la electricidad que recitamos y al mismo tiempo nos aseguramos de seguir teniendo un mundo que habitar.
Fuentes alterativas de energías
Existen diferentes tipos de energías renovables, por lo que también se originan distintas formas de obtenerlas. Partiendo de esta base,es preciso indicar que todas ellas deben primero ser transformadas. Sin embargo, antes de que esto suceda, es decir es su estado natural, es a lo que llamamos fuentes alternativas de energías.
A grandes rasgos las energías alternativas se pueden clasificar en dos tipos:
1- fuentes de energías atómicas: en esta categoría se encuentra la polémica energía nuclear. La cual se mantiene aún en debate, ya que aprovecha recursos no renovables y deriva en problemas ambientales considerables. Pero aun así, sigue considerándose confiable porque tiene un menor impacto en el cambio climático en comparación a la quema de hidrocarburos.
2- fuentes de energías renovables o sostenibles: son todas aquellas que utilizan recursos dados de la naturaleza o inagotables. Los cuales tienen un impacto mínimo en el medio ambiente. Entre ellas se encuentran:
Energía solar: como su nombre lo indica, es aquella cuya fuente inagotable es el sol. Su transformación se realiza a través de placas solares que absorben la radiación y la transforman en electricidad.
Energía eólica: la fuente que hace posible esta energía alternativa es la fuerza del viento. Y son los molinos de vientos que transforman la energía en electricidad.
Energía hidroeléctrica: otra de las fuentes de energías alternativas más conocidas es la que proviene de la fuerza del agua en su curso, mejor conocida como hidroeléctrica. Generalmente, la fuente origen de esta energía alternativa son las presas.
Energía del mar: aprovecha la fuerza de las mareas o de las olas para utilizarla como fuente de energía alternativa.
Energía geotérmica: su fuente nace en el corazón de la tierra, aprovechando así las altas temperaturas de yacimientos bajo la superficie terrestre.
Biomasa: los residuos orgánicos de origen animal o vegetal son la fuente de energía alternativa para conseguir electricidad de este tipo. En este sentido, se aprovecha el aserrín, cortezas de árboles y todo aquello que pueda ir al contenedor marrón de basura.
Biogás: su fuente de energía deriva de la biodegradación de materia orgánica mediante microorganismos.
Tipos de energías alternativas
Si bien las anteriores son las fuentes alternativas de energías, los tipos de energías que se originan a partir de ellas llevan el mismo nombre. Pero a continuación las detallaremos a profundidad.
Energía solar: se puede distinguir dos de este tipo, la energía solar fotovoltaica, que se obtiene a partir de placas solares. Las cuales absorben la radiación solar y a la transforman en electricidad, que puede ser almacenada en baterías o enviada directamente la red eléctrica para obtener excedentes. De igual manera existe la energía solar termoeléctrica, que es la que usa la radiación solar para calentar un fluido (puede ser agua) generando un vapor que accione la turbina que da origen a la electricidad.
Energía eólica: en el caso de este tipo de energía, la generación de electricidad se produce por medio de los molinos de vientos. Dichos aparatos están situados donde la incidencia del viento es mayor y conectados a generadores que transforman esta energía alternativa en potencia eléctrica cuando el viendo hace girar sus aspas.
Energía hidroeléctrica: también conocida como energía hidráulica, transforma la fuerza del agua en electricidad, que generalmente es volcada de forma directa a la red.
Energía mareomotriz: o undimotriz (según sea que aproveche la fuerza de las mareas o de las olas respectivamente) produce electricidad a partir de estas dos formas.
Energía geotérmica: este tipo de energía alternativa está siendo muy aprovechada en países donde existen muy bajas temperaturas. La electricidad en este caso se genera por medio de los yacimientos volcánicos que están bajo la superficie terrestre. En los que suelen encontrase altas temperaturas que superan los 100o centígrados.
Biomasa: por lo general este tipo de energía alternativa puede producirse en grandes centrales térmicas, pero también de forma particular a nivel de calderas. Utilizando residuos orgánicos de origen animal o vegetal en sustitución del carbón que no es un recurso renovable.
Biogás: de manera similar a la biomasa, esta energía alternativa y sostenible utiliza microorganismos en dispositivos específicos sin oxígeno. Una degradación que produce gas combustible utilizado para generar electricidad limpia.
Ventajas de las energías alternativas
Ya que hablamos sobre los tipos de energías alternativas más comunes, vamos a descubrir las ventajas que suponen estas con respecto al medio ambiente.
- Poseen la capacidad que crear un mundo que dependa de ellas, lo que acarrearía muchos beneficios para todos los ecosistemas. Incluso para la economía y aprovechamiento de energía.
- Son completamente seguras y libres de contaminantes.
- Provienen de fuentes de energías infinitas e inagotables. Que tienen múltiples aplicaciones como la energía hidráulica, eólica, solar, biomasa, geotérmica y marina.
- No son nocivas para el ambiente ni para la salud humana.
- Disminuyen la dependencia enérgica del exterior, lo que se traduce en el fin de las guerras del petróleo.
- Se consideran energías autóctonas, debido a que la energía que se produce se utiliza en la misma región en la que se desarrolla. Un aspecto que además de ser positivo, impulsa a la industria y genera empleo.
- Son energías personales, ya que cualquier individuo puede convertirse en productor de electricidad. Tratándose de instalaciones de paneles solares residenciales.
Desventajas de las energías alternativas
Así como este tipo de energía tiene muchos aspectos positivos, también entraña algunas características negativas, tales como las siguientes:
- Deterioro del paisaje: en el caso de los aerogeneradores, se cree producen contaminación sonora que perjudica el sentido de la orientación de las aves. O que estas chocan con las hélices.
- Construcción de represas que interfieren con el flujo natural de los ríos y afectan a los ecosistemas.
- Posible abuso de biocombustible: se puede desviar valiosos recursos alimenticios para quemarlos como gasolina, produciendo más CO2.
- Generan menos energías que los combustibles fósiles y el costo de su almacenamiento es elevado.
- En algunas ocasiones la disponibilidad de la región se convierte en un problema. Ya que no siempre las condiciones geografías se prestan para el desarrollo de energías alternativas.
Energías alternativas en Argentina
La “ola verde” en Argentina se puede describir como el desplegué de 206 proyectos para la obtención de energías alternativas adjudicados desde 2016. Convirtiendo al país en uno de los 10 destinos más atractivos para invertir en fuentes de electricidad sostenibles.
La participación de las energías alternativas y renovables en el abastecimiento de la demanda nacional de electricidad llega al 8,9%. Y aunque todavía se encuentra un poco lejos del 12% de participación que la ley 27. 191 fijó, se estima que en menos de 2 años esto se cumpla.
Otro objetivo que la ley estableció es un índice del 20% para el 2025. Un hecho que puede lograrse en poco tiempo por el gran salto que en los últimos años se ha podido observar.
Argentina se ha tomado muy enserio este tema de energías alternativas, elaborando políticas de Estado que brinden respaldo sólido a estos sistemas innovadores e inéditos. Sus informes revelan que el sector energético renovable marcha en pro a una economía sostenible global. Por lo que su buen diseño energético va ligado a las políticas que puedan asegurar un desarrollo óptimo de electricidad limpia.
Las energías alternativas se han transformado en la diversificación de la matriz para el Estado argentino con la incorporación de toda una industria relacionada. Y a pesar de que su estructuración financiera requiere ser muy sofisticada, los beneficios económicos y ambientales ya son notorios.