La desforestación del planeta avanza y con ella, las consecuencias para todos los habitantes de la tierra, siendo la más importante la sequía.
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Este mes, el World Resources Institute publicó un informe que revela la dramática realidad del planeta tierra: A pesar de una década de esfuerzos para frenar la deforestación tropical, el año 2017 fue el segundo más alto registrado en pérdida de árboles, apenas un poco más que en 2016. Los trópicos perdieron un área de bosque del tamaño de Vietnam solo en los últimos dos años.
¿Qué significa eso?
Además de dañar la biodiversidad, la destrucción de los bosques a esta escala es una catástrofe para planeta. Estudios recientes muestran que los bosques son incluso más importantes de lo que pensábamos para frenar el cambio climático. Además de capturar y almacenar carbono, los bosques afectan la velocidad del viento, los patrones de lluvia y la química atmosférica. En resumen, la deforestación está haciendo que el mundo sea un lugar más cálido y seco.
¿Cómo llegamos a esto?
A pesar de los compromisos de muchas compañías para sacar la deforestación de sus cadenas de suministro para el año 2020, se siguen limpiando vastas áreas para la soja, la carne de vacuno, el aceite de palma y otros productos básicos. En los casos de la soja y el aceite de palma, la demanda mundial se ve artificialmente inflada por políticas que incentivan el uso de alimentos como materia prima para biocombustibles. Adicionalmente, la tala irresponsable sigue haciendo que los bosques aumenten su vulnerabilidad los incendios.
Los más afectados en Latinoamérica
El aumento del 46% en la pérdida de la cobertura arbórea de Colombia probablemente esté relacionado con su resolución reciente de conflictos, pues ahora se tiene acceso a áreas de bosque previamente controladas por las fuerzas rebeldes armadas.
La duplicación de la pérdida de la cobertura arbórea de Brasil de 2015 a 2017 se debió en parte a los incendios forestales sin precedentes en la Amazonía, también se le suma disminución de los esfuerzos de aplicación de la ley en medio de la actual crisis política y crisis fiscal del país.
Más allá de las razones, es algo realmente preocupante.
Aún estamos a tiempo de frenarlo. ¡No perdamos esa oportunidad!
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