Cuando pensamos en animales icónicos, normalmente los imaginamos en la naturaleza: elefantes africanos marchando a través de praderas, tigres merodeando en bosques o ballenas jorobadas rompiendo las olas del océano. Pero una nueva investigación sugiere que cuando se trata de loris, las cosas son diferentes. Es probable que muchas personas vean a estos primates pequeños, de ojos abiertos y nativos de los bosques del sur y sureste de Asia como mascotas en lugar de animales salvajes.

Esta fue la conclusión de un estudio en el que los investigadores analizaron los 100 videos de loris más vistos y con más “me gusta” en tres grandes plataformas de redes sociales: TikTok, YouTube y Giphy. Los investigadores encontraron que la gran mayoría de los clips mostraban loris en cautiverio, a menudo en contacto con personas y con signos de estrés o de salud precaria, mientras que los contenidos digitales de estos animales libres, comportándose de forma natural en el bosque fueron ignorados en gran medida.

“Casi en cualquier plataforma en la que mires, si buscas loris perezosos, solo ves estas mascotas descontextualizadas. Ves muy pocos animales salvajes”, le dice a Mongabay Anna Nekaris, profesora de conservación de primates en la Universidad de Oxford Brookes y coautora de los hallazgos.

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Un loris perezoso de Bengala (Nycticebus bengalensis) fotografiado de noche en Tailandia, en su hábitat forestal natural. Imagen de Tanaporn Choopanya.

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Muchos de los clips que obtuvieron más de 1 millón de visitas y miles de “me gusta” generalmente dejaban ver loris en cautiverio en condiciones que los investigadores consideraron que no cumplían con las pautas de bienestar animal aceptadas internacionalmente. Por el contrario, el equipo identificó solo dos videos de loris salvajes en un hábitat forestal, y estos obtuvieron muchas menos interacciones con la audiencia. El equipo publicó sus hallazgos en la revista Frontiers in Conservation Science.

Los autores dijeron que el predominio de videos de loris “descontextualizados” en los que se ve a primates alejados de sus comportamientos naturales, ecología y hábitat hacen que sea socialmente aceptable y deseable tener uno como mascota, una tendencia que está ejerciendo una enorme presión sobre las poblaciones libres, al incentivar el comercio ilegal y abusivo de vida silvestre.

Cada vez que mostramos imágenes en las que se ven loris dentro de un contexto humano, se afianza aún más esta normalización de su tenencia como mascotas, lo cual es realmente peligroso”, asegura Luke Quarles, autor principal del estudio y que era estudiante de maestría en la Universidad de Oxford Brookes en el momento de la investigación.

Quarles y sus colegas descubrieron que incluso las organizaciones orientadas a la conservación y la educación como los zoológicos, habían publicado videos descontextualizados sobre los loris. Esta es una “llamada de atención” para que los conservacionistas, dice, sean más conscientes de cómo representan a los animales salvajes en línea.

“Necesitamos prestar más atención a este problema, no solo para los loris sino también para otros animales salvajes”, menciona Quarles. “Porque si estamos normalizando representaciones imprecisas de los animales, entonces no les estamos haciendo justicia y potencialmente estamos trabajando contra nosotros mismos [en su trabajo de conservación]”.

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Una imagen “adecuadamente contextualizada” de un loris, representando al animal de noche, entre las ramas de los árboles, sin humanos u otras especies y comportándose de forma natural. Imagen de Andrew Walmsley, cortesía de Little Fireface Project.

El capricho fomenta el tráfico ilegal y abusivo de mascotas

Junto con la deforestación, el comercio para domesticación de fauna está llevando a la extinción a las especies de loris, las cuales hoy están clasificadas como Vulnerables, En Peligro o en Peligro Crítico en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La demanda de primates peludos es tan alta que el comercio de mascotas persiste, a pesar de su inclusión en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe el comercio internacional de todas las especies de loris. De manera crucial, la gran mayoría de estos primates en el comercio probablemente han sido cazados furtivamente en la naturaleza, debido al hecho de que rara vez se reproducen en cautiverio, incluso cuando se mantienen en las mejores condiciones posibles, según comenta la investigadora Nekaris.

Casi siempre, cuando [los loris] son mascotas fuera de los países de su área de distribución, es porque han sido contrabandeados ilegalmente”, afirma Nekaris. Por lo tanto, muchos de los loris que protagonizan algunos de los videos más famosos de las redes sociales son, de hecho, víctimas del comercio ilegal de mascotas, más allá de que el dueño esté al tanto o no, agrega Nekaris.

Nekaris, quien también dirige el Proyecto Little Fireface, un programa de investigación, conservación, educación y divulgación con sede en Indonesia, explica que el tráfico de fauna silvestre golpea a los loris con especial dureza porque no pueden evitar la captura. Las fibras musculares de los loris están especialmente adaptadas para el movimiento lento, una excelente manera para que un mamífero nocturno conserve energía en el bosque, pero que no es una cualidad que le permita escapar rápidamente.

Como resultado, es fácil para los cazadores atrapar loris en estado silvestre, dice Nekaris, especialmente en el bosque secundario que carece de la intrincada red de ramas y lianas que usan los primates para moverse.

“Por ejemplo, cuando se cortan los bosques para producir aceite de palma, los loris se quedan agarrados a los troncos de los árboles, mientras que todos los demás animales huyen”, comenta Nekaris. “Entonces, los cazadores pueden entrar, llevárselos de esos árboles, ponerlos en cajas y enviarlos para el comercio de fauna silvestre. Ocurre en cualquier época del año y a cualquier edad o sexo del loris. Es realmente terrible y su población simplemente se está desplomando”, destaca la investigadora.

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Un loris perezoso de Java alimentándose de néctar es fotografiado durante la noche en su hábitat natural. Imagen de Will Hall cortesía de Little Fireface Project.

El cautiverio está vinculado a una salud precaria y otros riesgos

Si bien a algunos usuarios y a los interesados en tener loris como mascotas les fascina verlos en videos en redes sociales, es probable que muchos desconozcan la “gran cantidad de problemas de salud y la probable mortalidad temprana” que sufren los individuos que protagonizan estos clips virales y “tiernos”, dice Quarles.

En la naturaleza, los loris llevan una vida nocturna en la cobertura del bosque, abriéndose paso lentamente a través de las ramas en busca de savia de árboles e insectos que son parte de su alimentación. Esto contrasta fuertemente con la forma en que normalmente se mantienen en cautiverio y se muestran en las redes sociales. La mayoría de las publicaciones en línea los muestran despiertos a plena luz del día en viviendas muy iluminadas, sentados en el piso, en una cama o comiendo fruta.

Este trato puede parecer amable desde una perspectiva humana, asegura Quarles, pero equivale a una tortura para un loris. Las luces brillantes dañan sus ojos sensibles, y una dieta rica en frutas provoca obesidad, caries, diabetes e insuficiencia renal, signos y síntomas que él y sus colegas observaron en múltiples videos en línea.

Además, muchos de los loris víctimas del tráfico de animales quedan huérfanos durante el proceso de captura y no pueden limpiarse adecuadamente sin la ayuda de los padres.

Los loris hacen parte del raro grupo de mamíferos productores de veneno del mundo, pero esto se convierte en un problema cuando están en cutiverio. “Si eres un animal que vive en los árboles, eres venenoso y tienes una orina tóxica en la que estás sentado todo el día, te untas todo el tiempo de ella y tu veneno pudre tu propia piel”, dice Nekaris, quien agrega que muchos loris en los videos en línea tenían síntomas visibles de este problema, incluida la pérdida de cabello y los abscesos.

Los comportamientos considerados “bonitos” o “tiernos” por los usuarios de redes sociales y que podrían indicar que los animales están felices o satisfechos, en realidad son síntomas de estrés y enfermedad, destaca Quarles. Levantar los brazos por encima de la cabeza, como se muestra en un notorio clip de un loris al que le “hacen cosquillas”, y agacharse en una postura encorvada son parte de los mecanismos de defensa de los loris, los cuales se activan cuando se sienten amenazados, dice. “He observado loris en la naturaleza y fue incómodo verlos realizar estos comportamientos [en los videos]”.

La inquietante gama de dolencias y comportamientos antinaturales que los investigadores observaron en los videos de las redes sociales contrastan con lo que se vería en un clip “adecuadamente contextualizado”, señala Quarles. La escena natural representaría exclusivamente al animal de noche, entre las ramas de los árboles, sin humanos u otras especies.

Marie Sigaud, veterinaria y bióloga de vida silvestre en el Museo Nacional de Historia Natural de París, y que no participó en el nuevo estudio, está de acuerdo en que las redes sociales han sido, en parte, culpables de la creciente tendencia a la aparición de especies exóticas en entornos domésticos.

Sigaud, quien recientemente documentó la presencia de animales salvajes, incluidos los loris perezosos, en los cafés de Japón. Dice que estaba particularmente preocupada por la facilidad con la que las personas pueden organizar interacciones con animales salvajes en línea, o incluso comprarlos. “(Para los usuarios) es tan fácil y no corren ningún riesgo al buscar especies de vida silvestre en Internet”, dice Sigaud a Mongabay en un correo electrónico. Pero las personas “a menudo no están bien informadas sobre las consecuencias e implicaciones para el bienestar animal, la conservación de la biodiversidad y la salud global”, agrega.

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Los loris no saltan, por lo que necesitan una densa maraña de ramas y lianas para moverse en las capas del bosque, como lo está haciendo este loris perezoso de Bengala macho adulto (Nycticebus bengalensis) en Tailandia. Imagen de Tanaporn Choopanya.

Las acciones para enfrentar el problema han sido lentas

Las redes sociales tienen un potencial inigualable para conectar a las personas con la naturaleza y crear conciencia sobre los problemas de conservación, dicen los autores en su estudio. Pero se necesita mayor acción para garantizar que el mensaje no se pierda o se distorsione en el camino.

Según Nekaris, las empresas de redes sociales tienen el deber ético de tomar medidas serias para asegurarse de que sus usuarios no sean cómplices involuntarios de la crueldad y las ilegalidades asociadas con el comercio ilegal de fauna silvestre. Sin embargo, el progreso hasta la fecha ha sido frustrantemente lento.

“Hemos trabajado durante más de una década pidiendo a YouTube, Instagram y Facebook que eliminen este tipo de contenido”, dice Nekaris. “Casi sin excepción, responden diciendo que las imágenes, a pesar de contener crueldad y animales traficados ilegalmente, no violan sus pautas de usuario”.

Las soluciones provisionales, como los algoritmos que agregan advertencias a los videos de loris, donde se avisa a los usuarios que el contenido podría estar relacionado con el tráfico de fauna silvestre, o las campañas que piden a los usuarios que publicaron por primera vez el material que eliminen el contenido dañino, solo han llegado hasta cierto punto, menciona Nekaris. Las advertencias pueden bloquear los mensajes de conservación apropiados y, a menudo, cuando se eliminan los videos originales, ya se han vuelto virales y se han compartido tantas veces que es imposible borrar todas las copias.

Más bien, a la investigadora le gustaría ver que las empresas de redes sociales presten más atención a los mecanismos de denuncia pública que marquen el contenido inapropiado, para que se puedan tomar medidas de manera rápida y efectiva. Por ejemplo, la Social Media Animal Cruelty Coalition, una agrupación de organizaciones que busca evitar la crueldad contra animales en las redes sociales, trabaja para proporcionar al público pautas para reconocer, evitar y denunciar el contenido dañino de animales salvajes en línea. También ayudaría mucho más contenido en línea que muestre a los loris en su estado natural y salvaje, agrega.

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Un loris salvaje fotografiado en la noche con el uso de luz roja para minimizar las molestias a los individuos. Se le ve en su hábitat natural. Imagen de Andrew Walmsley cortesía de Little Fireface Project.

Parece que la popularidad de los loris domesticados en las redes sociales se ha contagiado a la industria de la televisión. Los autores del estudio ahora están abordando lo que llamaron una representación “perturbadora” de un loris como mascota en una caricatura popular de la televisión estadounidense. El personaje del programa de Fox Productions titulado “HouseBroken” es un aparente guiño a un clip viral de YouTube de un loris pigmeo como mascota.

En colaboración con la coalición de organizaciones de la sociedad civil Asia for Animals, los investigadores escribieron a los productores del programa el 22 de mayo instándolos a cambiar la narrativa para contextualizar adecuadamente a los loris pigmeos, ya que sus programas tienen cientos de miles de espectadores.

Aunque ni los firmantes de la carta ni Mongabay han recibido respuestas a las solicitudes de comentarios de los productores del programa, Nekaris dice que todavía tiene la esperanza de que se pueda lograr una narrativa positiva que eduque y entretenga a los espectadores.

“Creo que sería genial para ellos decir que se trata de una mascota de contrabando ilegal y tener un episodio sobre cómo fue que esto sucedió”, dice Nekaris. “Luego póngalo en una instalación adecuada, un zoológico o un programa de cría en cautiverio, e incluso expliquen por qué no pudo volver a la naturaleza… Ese podría ser un espectáculo realmente apasionante y una buena salida para el personaje”, concluye.

Citas:

Quarles, L. F., Feddema, K., Campera, M., & Nekaris, K. A. (2023). Normal redefined: Exploring decontextualization of lorises (Nycticebus & Xanthonycticebus spp.) on social media platforms. Frontiers in Conservation Science, 4. doi:10.3389/fcosc.2023.1067355

Nekaris K. A. I., Campbell N., Coggins T. G., Rode E. J., Nijman V. (2013). Tickled to death: analysing public perceptions of ‘cute’ videos of threatened species (slow lorises–Nycticebus spp.) on web 2.0 sites. PloS One 8, e69215. doi: 10.1371/journal.pone.0069215

Carolyn Cowan es una periodista del equipo de Mongabay. Síguela en Twitter: @CarolynCowan11