Mucha gente se pregunta: ¿cuál es el país de América Central en realizar la primera exportación de café libre de deforestación? Es un hito importante. Marca una nueva manera de cultivar este producto de manera ecológica.

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Un éxito de los caficultores de Costa Rica

La noticia se hizo viral, pues desde suelo costarricense se dijo que se estaban exportando 275 sacos de café obtenidos sin necesidad de reforestar. Cada uno de estos sacos tiene una cantidad de 69 kilos de estos granos.

En buena medida, esta acción de Costa Rica obedece a que la Unión Europea aprobó una norma llamada “Pacto Verde”. Es un acuerdo gracias al cual los países europeos solo compran productos que no tengan impacto ambiental.

Para garantizar un café “libre de deforestación”, los costarricenses dejaron de deforestar desde el año 2020. La primera cosecha de café libre de esta actividad apareció hasta el año 2024, pero ha valido la pena esta espera.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Un proyecto llevado a cabo en la zona de Alajuela

Esta región se haya a unos 20 kilómetros de San José. Hay bastantes palabras de orgullo por parte de los caficultores, ya que se necesitó de paciencia y perseverancia. Se añade que ha sido necesaio buscas nuevas zonas para la siembra.

Desde el año 2018, la Unión Europea lanzó una advertencia: no compraría productos obtenidos con un elevado coste ambiental. Esto se aplicó para el café, carne, cacao, palma, soya y madera. Por ende, era momento de adaptarse a la situación.

Por ahora, el “café sin deforestación” que se obtiene en Costa Rica es para ser exportado a Europa. Empero, la idea es que dentro de unos años el mercado interno también sea abastecido con café ecológico, sin perjuicio ambiental.

Se ha buscado que la planta del café puede estar en un mismo ambiente que otras especies vegetales. A su vez, crear ambientes donde el cafeto crezca a plenitud, de manera esponténea, sin robar hectáreas a otras especies vegetales.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Taza de café

El problema de la doferestación y los cafetos

Uno de los inconvenientes es que, cultivar café al sol, exige deforestar por completo el terreno. Esto ha hecho que, tan solo en Latinoamérica, se hayan deforestado 1,1 millones de hectáreas. Una situación con duras secuelas ambientales.

Lo anterior tiene rudas connotaciones para la biodiversidad. Verbigracia, se tienen que talar árboles que son albergues de aves. También, los terrenos quedan más expuestos al sol y la lluvia; lo cual es un detonante de la deforestación.

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¿Esta experiencia puede servir de ejemplo a otros países? ¡Por supuesto! El café es un producto de mucha demanda, que merece ser obtenido si causar destrozos ambientales.

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Noticias Ambientales