Desde siempre, las comunidades indígenas han protegido a la naturaleza. Para ellos, la madre tierra es sagrada, se trata de su hogar, ese que les brinda recursos, alimento, agua, vida. Razón por la cual los nativos del Perú reforestan Los Andes y se esfuerzan por cuidar dicho territorio.
¿Qué mejor forma de pagarle al planeta lo que nos da, que ayudándolo a renacer? Ahora que la tierra se encuentra en peligro por el calentamiento global, la huella de carbono y otras adversidades, es cuando debemos retribuirle lo recibido.
Los pueblos indígenas del Perú han decidido restablecer el equilibrio natural de Los Andes sembrando árbol por árbol. De manera organizada, se han planteado grandes objetivos en pro del planeta.
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Acción Andina
El proyecto lleva el nombre de “Acción Andina”, y tiene como meta no solo restaurar las áreas afectadas por distintas actividades humanas, sino también conservar las especies de flora que aún existen en las regiones más altas de Los Andes.
Descendientes de los incas están trabajando arduamente con el fin de proteger un millón de hectáreas perdidas de bosque. Una mitad será reforestada, mientras que la otra recibirá cuidados para rescatar y preservar la vegetación presente.
A pesar de que el proyecto lo están llevando a cabo comunidades incas, Acción Andina pretende salvaguardar los bosques andinos de naciones que incluyen Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Plantas de queñua
La especie vegetal que están utilizando las comunidades indígenas para reforestar el territorio andino es Polylepis spp, mejor conocida como queñua o queñual.
Este grupo incluye plantas que se caracterizan por tener un tronco retorcido, que puede alcanzar hasta 20 metros de alto y 2 metros de diámetro. Cuenta con pequeñas hojas densas, simples, verdes sujetas a ramas del tipo colgantes.
Lo más relevante de estas plantas, es que son capaces de crecer en lugares gélidos, por lo que resultan ideales para sembrarlas en las regiones más altas de Los Andes. Además de eso, las queñuas cumplen con funciones ecológicas importantes.
Realizan una simbiosis perfecta con el entorno donde se encuentran, conviviendo de forma armoniosa. Así, aprovechan tanto la altitud como la humedad de las nubes para transformar el agua gaseosa en líquido que va a ríos y manantiales.
Al mismo tiempo esta especie de plata, regula el clima, previene la erosión, contribuye con nutrientes para mejorar los suelos, resguarda una gran biodiversidad, suministra agua a comunidades amazónicas y andinas, entre muchas otras cosas.
Sin embargo, los bosques de queñuas han sido gravemente deforestados para la producción de leña y pastoreo. Restando apenas 500 mil hectáreas de este en toda la región andina.
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Un compromiso de todos
Actualmente, son las comunidades indígenas del mundo, las que más se esfuerzan por la conservación de la biodiversidad del planeta, tanto de flora como de fauna. Debido a que conocen, gracias a sus culturas, la importancia de la tierra.
Es así como miembros de la comunidad inca, cargan plántulas de queñuas y suben por empinados senderos hasta llegar a la zona de reforestación. En tan solo un día, se han llegado a plantar más de 100 mil árboles, por el esfuerzo de hombres, mujeres y niños.
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