El Senado dio anoche sanción definitiva y aprobó así la creación del Parque Nacional Ansenuza, en la provincia de Córdoba.
Esta nueva área protegida cuenta con una extensión de 661.416 hectáreas y se conforma por el Parque Nacional y la Reserva Nacional Ansenuza, comprendiendo la laguna de Mar Chiquita (también conocida como Mar de Ansenuza) y los Bañados del río Dulce, un enorme humedal de alrededor de 1 millón de hectáreas, considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global y en especial para las aves migratorias.
Este complejo y delicado ecosistema comprende una gran diversidad de ambientes que incluyen el enorme espejo de agua salina, los cauces de los ríos, lagunas permanentes y temporarias, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, amplios pastizales y sabanas inundables. Estos escenarios revisten un gran valor ecológico, paisajístico, económico, cultural, científico y recreativo.
Desde el comienzo de este proyecto, la Fundación Wyss (Wyss Foundation) decidió apoyar a través de una alianza con la ONG Aves Argentinas, el proceso de creación del Parque Nacional Ansenuza, firmando un acuerdo donde se compromete al aporte de USD 5.8 millones para la concreción del Parque Nacional, el cual además incluirá infraestructura para el área protegida.
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“El Parque Nacional y Reserva Nacional de Ansenuza, ahora uno de los más grandes de Argentina, salvaguardará algunas de las especies más emblemáticas y en peligro del país, como el flamenco y el aguará guazú. El nuevo parque no solo protegerá los increíbles valores naturales de la región, sino que también apoyará el desarrollo económico y el turismo local, sostenible y basado en la naturaleza. Felicitaciones a la gente de Argentina, la provincia de Córdoba y las comunidades locales que trabajaron tan duro para asegurar la protección de este increíble lugar”, concluyó Molly McUsic, presidenta de la Fundación Wyss.
Por su parte, Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentinas, destacó: “Desde hace 7 años estamos impulsando este proceso, liderado por el Gobierno de la Provincia de Córdoba y la Administración de Parques Nacionales. Desde Aves Argentinas hemos realizado trabajos de investigación científica, relevamientos territoriales y catastrales y capacitaciones en las comunidades vecinas, a fin de contribuir con la planificación y concreción del Parque Nacional Ansenuza. Soñamos con expandir aún más este parque, ésta es una oportunidad única para que la provincia de Santiago del Estero se sume y forme parte de este parque nacional en el futuro."
Aves Argentinas es la ONG ambiental más antigua de Latinoamérica, impulsó este complejo proceso desde el comienzo y lo acompañó en todo su camino con un fuerte trabajo de difusión y presencia en las localidades de la región.
Desde entonces, en la Región de Ansenuza se vienen desarrollando diferentes actividades junto con las localidades que rodean este gran lago salado.
Gracias a la crucial participación de la Provincia de Córdoba y la Administración de Parques Nacionales se logró un trabajo de consenso con todos los intendentes de la región, el ente de Turismo, Legisladores, Cultura, organizaciones locales y vecinos, para potenciar el desarrollo de Ansenuza como región y acompañarla hacia la concreción del Parque Nacional, en lo que ha sido un proceso de gobernanza sumamente participativo.
A nivel turístico, se está trabajando en el desarrollo de la Región Ansenuza como destino de turismo sustentable, a través de la manifestación de un circuito que una a todas las localidades potenciando sus atractivos naturales y culturales. El turismo de naturaleza (senderismo, cabalgatas, kayaks, observación de aves), el turismo rural, el gastronómico y el religioso son los puntos fuertes de Ansenuza.
Importancia de los ecosistemas del área
La fauna de la región cumple un rol importante en el funcionamiento de este complejo ecosistema. Todos los ambientes están conectados entre sí, no sólo a través del agua y de las especies de plantas, sino también a través de las diferentes especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios e insectos.
Estos grupos tienen diferentes roles ecológicos, controlan plagas, dispersan semillas fomentando la expansión y el mantenimiento de los bosques, conectan ambientes cercanos y también continentes a través de sus migraciones. Cada una de las especies de fauna y flora que habitan aquí es primordial para el funcionamiento y la conservación de la región.
El buen estado de los bañados de la región norte es crucial en términos de regulación de las inundaciones y como hábitat de una importante biodiversidad.
La laguna de Mar Chiquita, el Mono Lake en California y el Gran Lago Salado, en Utah, son considerados lagos hermanos, ya que mucha de la avifauna que migra entre ambos hemisferios tiene sus paradas de descanso y alimentación en estos tres lagos, lo cual los convierte en sitios esenciales para la conservación.
Las principales amenazas para el complejo ecosistema de Ansenuza y para toda su fauna y flora en general están asociadas a la degradación del monte nativo, la tala, la caza furtiva, y a potenciales problemas de manejo de los cursos de agua que la alimentan, la reducción de humedales, la contaminación y el turismo no sustentable.
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Especies de aves emblemáticas de la zona y otras especies de la región
Las aves son quizás el grupo que alcanza los mayores niveles de diversidad y abundancia, en la región se encuentra el 66% de todas las especies de aves migratorias y playeras registradas para Argentina, y se concentran más de 320 especies de aves, casi el 36% de la avifauna total del país.
Mar Chiquita alberga las 3 especies de flamencos que hay en Sudamérica. El flamenco austral es la especie más abundante y se la encuentra durante todo el año, con poblaciones de hasta 350 mil individuos.
Las otras dos especies son el flamenco andino o parina grande considerado como “vulnerable”, y la parina chica o flamenco de James, listado como especie “casi amenazada” según organismos internacionales (IUCN), ambas son visitantes de invierno, estas migran descendiendo de sus áreas de cría ubicadas en las lagunas altoandinas de Argentina, Chile y Bolivia.
Además, son características las aves playeras migratorias que hacen su viaje desde norte América todos los años, escapando del crudo invierno, hacia la laguna Mar Chiquita, en busca de alimento y refugio. La especie más abundante es el falaropo común, concentrando abundancias de hasta 600 mil individuos.