A Todo Reciclaje es un programa que busca generar cambios de hábito en los habitantes del Barrio Mugica (Barrio 31) de la Ciudad de Buenos Aires. Con un año de trabajo reciclaron 105 toneladas de basura y lograron que un tercio de sus habitantes separe sus residuos.
Durante el 2018, se comenzó a gestar un proyecto para dar respuesta a uno de los grandes problemas que sufren las ciudades del mundo. El desafío era claro pero ambicioso: lograr que los vecinos y vecinas del Barrio Mugica cambien sus hábitos en la gestión de sus residuos y así transformarlo en el primer barrio de Buenos Aires que separe sus residuos en 3 (secos, orgánicos y residuos mixtos). De esta manera, los vecinos que participan del proyecto junto a un organismo del Gobierno de la Ciudad y a McKinsey.org, comenzaron su trabajo.
La estrategia se basó en 3 pilares: tener un enfoque centrado en las personas, capacitar a quienes realicen las tareas de recolección y tratamiento de los residuos, y ser innovadores para darle valor al proceso. Así fue como, luego de algunas jornadas con vecinos para encontrarle un nombre, hacia fines del 2018 nació A Todo Reciclaje (ATR).
¿Cómo nace a todo reciclaje?
El proyecto comenzó como una prueba en algunas manzanas de dos sectores del Barrio Mugica. Se brindaron talleres a los vecinos y vecinas, se visitaron las casas y se crearon espacios de consulta para enseñar acerca de la separación de residuos. Al mismo tiempo, se capacitó al personal de las cooperativas encargadas de la limpieza y se instaló una planta para clasificar los reciclables y un biodigestor para los orgánicos.
A medida que el proyecto se asentaba en el imaginario de los vecinos, se comenzaron a mejorar los procesos. Se cambiaron las bolsas plásticas por tachos de heladerías del barrio para disponer de los orgánicos y bolsas reutilizables para los reciclables. Se trabajó con niños en sesiones de juegos y talleres para que ellos también sean parte del cambio.
Además, se continuaron las capacitaciones a las cooperativas y a los mismos vecinos para que sean ellos los promotores del programa. Se reciclaron ganchos de carnicerías para poner en las puertas de las casas y poder disponer de los residuos de una forma más prolija. También se generó un sistema de medición con código QR para que los cooperativistas pudieran generar mediciones y de esa manera comprender los hábitos de cada una de las casas.
Después de unos pocos meses, el proyecto se expandió y logró penetrar en distintos sectores. Cada vez más vecinos participaban y cada vez más cooperativas se iban sumando, capacitadas por las más antiguas.
La planta se mudó a un espacio mucho más grande y comenzó a ser un lugar de encuentro para quienes trabajaban ahí y un lugar de visitas y capacitaciones. Se comenzó a utilizar el gas generado por el biodigestor para alimentar las hornallas de la cocina de un comedor comunitario y a vender los reciclables a diferentes empresas, generando valor a lo que antes se desechaba.
Gracias a la cantidad de residuos orgánicos separados, el Barrio Mugica se convirtió en el único barrio residencial que integra la ruta de recolección de este material en la ciudad (esta ruta la integran hoteles y restaurantes también).
Un año y unos meses después de su lanzamiento, justo antes de la pandemia, ATR había alcanzado 5.000 de los casi 13.000 hogares del barrio. Unos 20.000 de los 40.000 vecinos habían sido alcanzados por el proyecto.
105 toneladas (47 secas y 58 orgánicas) de residuos fueron separadas y recicladas, convirtiendo al Barrio Mugica en el primer barrio en aportar sus residuos a la compostera que la Ciudad utiliza para la reserva natural y en ejemplo para el resto de los habitantes de Buenos Aires.
Hoy, con el proceso frenado por el contexto mundial, quienes llevan adelante este desafío se encuentran trabajando en los protocolos y estrategias para volver al ruedo. Si bien deberán adaptar los procesos al nuevo contexto, considerando el éxito del pasado, el objetivo final está más firme que nunca: convertir al Barrio Mugica (Barrio 31) en el primer barrio de la Ciudad que separa y recicla el 100% de sus residuos.