La miel es un delicioso endulzante natural y es muy beneficiosa para nuestra salud. Las hierbas perfuman y dan un sabor único a nuestros alimentos. Quizás no lo sabías, pero ambas conjugadas forman un delicioso y saludable aderezo para nuestras comidas. Por eso, infusionar la miel con hierbas es una excelente opción para darle un toque especial a nuestros alimentos y aprovechar las propiedades medicinales de las hierbas de una forma diferente a la que estamos acostumbrados.
Hacerlo es muy simple. En esta ocasión, aprenderás cómo hacerlo y qué hierbas aprovechar, ya que cada una de ellas tiene diferentes propiedades medicinales para infusionar tu miel como más te guste.
- Miel (Lo mejor es que esté cruda ya que de esa forma posee más nutrientes y menos conservantes)
- Hierbas (a elección): pueden ser secas o frescas. Si son secas, por cada dos tazas de miel necesitarás media cucharadita; en caso de ser frescas solo neceistarás una cucharada.
- - Estopillas (Bolsitas para té)
- Hilo sisal
- Cuchara para miel
- Frascos de vidrio con tapas
- Un mortero
Paso 1
Muele las hierbas frescas con un mortero (en caso de ser secas no es necesario este procedimiento).
Paso 2
Envuelve las hierbas en las estopillas (o bolsitas de té) y ciérralas con hilo sisal.
Paso 3
En una olla a baño maría, pon las bolsitas con las hierbas dentro de la miel y caliéntala a fuego muy lento tratando de que la temperatura no supere los 115º. Deja reposar hasta que se enfríe.
Paso 4
Vierte la preparación en un frasco de vidrio y ajusta bien la tapa de modo que quede herméticamente cerrado y déjalo reposar en un lugar oscuro a temperatura ambiente durante al menos dos semanas.
Paso 5
Procura que la bolsita con hierbas esté siempre sumergida. Para esto, da vuelta el frasco cada tanto para mezclar la miel.
¡Listo! Ya tienes lista tu miel para disfrutarla con lo que más te guste
Hierbas que puedes utilizar para infusionar tu miel.
Puedes usar cualquier hierba para infusionar tu miel e incluso puedes combinar más de una. Combinarlas hará que tu infusión tenga que reposar menos tiempo.
Pimienta de cayena: Cura los dolores causados por la artritis, alivia la tos y las jaquecas. Mejora la digestión.
Manzanilla: Alivia la ansiedad, ayuda a calmar la depresión. Es muy buena para mejorar la digestión. Tiene propiedades que ayudan a combatir la gingivitis y el dolor de muela.
Canela: Es un buen remedio natural para la gripe y los resfríos, mejora la digestión y previene las náuseas.
Hinojo: Es bueno para la artritis, para aliviar la tos y la congestión.
Jengibre: Ayuda a bajar el colesterol, es buena para la artritis y es un remedio natural para prevenir enfermedades del corazón.
Ajo: Aunque no lo creas, la combinación entre ajo y miel queda muy bien. Además funciona como una medicina natural para la gripe y para aliviar la tos.
Lavanda: Previene jaquecas y es un remedio natural para la hipertensión. Es buena para la depresión y el insomnio.
Menta: Es buena para tratar alergias. Es un descongestivo natural por lo que es un muy buen remedio para la artritis.
Salvia: Excelente remedio para quienes padecen problemas de memoria.
Tomillo y romero: Son hierbas ideales para quienes padecen de enfermedades respiratorias ya que ayudan a aliviar los bronquios y descongestiona las vías respiratorias.