Quizás ya escuchaste hablar sobre la miel de Manuka. Si eres de los que aún no, posiblemente pronto la oigas nombrar; ya que se ha vuelto recientemente toda una celebridad. 

La miel de Manuka se usa como endulzante, como complemento alimenticio, para tratamientos y preparados cosméticos, o incluso con fines medicinales. Proviene de Manuka (Leptospermum-scoparium), un arbusto que crece de forma natural en Nueva Zelanda, Tasmania y los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, en Australia.  

Si bien es un arbusto abundante, resistente y de fácil crecimiento, los panales de abejas productoras se colocan en sitios escogidos especialmente, alejados lo más posible de zonas contaminadas, y con una densidad tal que las abejas tomen el néctar solo de esas flores. 


¿Cómo se elabora de la miel?

El néctar de la flor es recogido por la abeja recolectora, y almacenado en un compartimento llamado buche, donde ya empieza a elaborarse la miel ya que una serie de enzimas en la saliva del insecto comienza a degradar la sacarosa en glucosa y fructosa. Luego, al llegar a la colmena, se lo pasa a otra abeja más joven y comienza el proceso que consiste en pasar ese líquido de una a otra abeja para ir creando, a partir de procesos enzimáticos, la miel. Las gotas de ella se almacenan en celdas que, cuando la abeja detecta que ha llegado a su punto óptimo de humedad, sella con cera para que pueda consumirse en el futuro.

Para elaborar una sola cucharadita de miel, las abejas obreras tardan toda una vida; y tienen que visitar más de dos millones de flores para crear medio kilo de miel.

¿Por qué es tan famosa la miel de manuka?

Según se cree, debido a las características naturales del arbusto Manuka, esta miel supera las propiedades de cualquier otra miel. Se le atribuyen propiedades antibacterianas, antisépticas, digestivas, antioxidantes, inmunológicas, antiinflamatorias y cicatrizantes.
cicatrizantes

Puede que la época en que las abejas recogen el néctar o las características del suelo podrían explicar su diferencial respecto de otras mieles.

Pero, ¿qué es lo que nadie te está diciendo sobre la miel?

1. Las abejas son manipuladas para obtener miel y otros productos como cera o propóleo.

2. Para producir miel las abejas pueden comprarse y venderse a nivel mundial. Y al hacerlo en condiciones inapropiadas puede generarles estrés, ahogamiento, excesos de calor o frío, etc. Aunque sean insectos, pueden sufrir; son animales sociales capaces de aprender y se ha comprobado que manifiestan comportamientos muy complejos.

3. Al manipular los paneles, los apicultores pueden aplastar abejas por error.

4. Suele rociarse humo sobre las abejas para calmarlas y facilitar su manipulación.

5. Los apicultores, al quitarle a las abejas lo que ellas mismas producen, las alimentan con sustitutos artificiales de polen y almíbar de azúcar. Esto disminuye la longevidad de la colmena; deberían alimentarse de miel y polen como lo harían naturalmente.  

6. En general, a la abeja reina se le cortan las alas para que no pueda irse volando, y así mantener a la colmena bajo control.

7. Las abejas reinas son inseminadas artificialmente, pero solo las dejan vivir un tiempo determinado, luego del cual se las sacrifica, ya que su capacidad de producción de huevos disminuye y la colmena se vuelve poco rentable a nivel comercial.

8. A menudo, los apicultores también usan pesticidas y antibióticos para evitar plagas y esto puede dañar a ellos mismos, a las abejas y, a su vez, contaminar la miel.

9. Muchas abejas son matadas deliberadamente. Se calcula que en Estados Unidos se destruye entre el 10% y el 20% de colonias cada invierno, y en muchos casos esto sucede ya que son abandonadas, una vez extraída la miel, para que mueran. Incluso a veces las colmenas son quemadas con las abejas en su interior.

10.  A menudo, las colonias son divididas (cosa que una misma colonia no haría naturalmente), y en otros casos se combinan dos colonias de abejas, asesinando a la abeja reina más débil de las dos.

11. Por las condiciones en que se mantienen, las abejas pueden enfermar debido al exceso de trabajo, los pesticidas, el alimento inadecuado y el estrés.

Todo lo que vemos en la naturaleza depende, de alguna manera, de las abejas: ellas son fundamentales para la reproducción de la mayoría de las especies vegetales y también para los animales que se alimentan de ellas. El 75% de los cultivos del mundo dependen de su polinización o la de otros insectos. Pero, actualmente están muriendo en una proporción de un 30% anual, a causa de la contaminación, el calentamiento global, los agrotóxicos y otros factores que tienen a los humanos como principales responsables.

Tú puedes escoger otras alternativas a la miel, como: azúcar integral,  jarabe de arce, melazas, extractos de malta, siropes (de agave, de arce), etc.

¿Tú que opinas? ¿Crees que vale tanto la pena la miel?