Hacer una transición dietética tan importante como reducir nuestro consumo de carne puede ser difícil para muchos. A pesar de ello, un número cada vez mayor de personas elige conscientemente repensar sus dietas por razones ambientales y éticas. Así, reducir la carne o cortarla completamente se está volviendo más normal.

Sin embargo, el proceso puede ser muy desalentador si no tenemos los métodos adecuados. A continuación, te compartimos cinco formas de establecer una transición saludable y gradual hacia una vida con menos carne.

1. Al principio, mantente dentro de tu zona de confort

Hay innumerables recetas que puedes preparar con ingredientes como seitán, tofu, quorn y tempeh, pero si eres nuevo en el mundo de la alimentación sin carne, esto puede parecer intimidante, o incluso poco apetitoso.

Al principio, concéntrate en hacer una versión sin carne de tus comidas favoritas. Por ejemplo, pruebe el chile con frijoles, lasaña de verduras, burritos rellenos de frijoles y arroz, sopa de lentejas y ensaladas con nueces. Poco a poco, probarás nuevas recetas y decidirás cuáles son tus gustos.

2. Comienza lento y avanza gradualmente

No es todo o nada. Pasar de carnívoro de toda la vida a vegano de la noche a la mañana es una muy mala idea. Solo con pasos graduales puedes lograr avanzar hacia un objetivo a largo plazo. Comienza con una comida sin carne a la semana y continúa incorporando comidas libres de carne poco a poco.

Intenta probar comida vegetariana cuando salgas a comer, o lo contrario, permítete carne solo cuando estés en un restaurante. Cuanta más comida vegana o vegetariana incorpores a tu dieta, más fácil será.

tofu con arroz y verduras

3. Tómalo con calma y escucha a tu cuerpo

Muchos de nosotros comemos por las razones equivocadas: aburrimiento, cansancio, estrés ​​o simplemente porque el reloj dice que es la hora de la cena. Trata de despejar tu mente y tu agenda para las comidas y dedícate exclusivamente a escuchar a tu cuerpo mientras te alimentas.

Presta atención tus reacciones: ¿Te sientes más energético o aletargado luego de comer?¿Todavía tienes hambre o estás lleno? ¿Cuál es tu estado de ánimo y cómo están tus antojos? Presta atención a estos detalles y, poco a poco, aprenderás a cumplir las necesidades de tu cuerpo de forma sana.

4. Concéntrate en lo que estás ganando

Si has pasado años pensando en la carne como el plato principal, será difícil “reprogramarte” para dejar de pensar así, y es fácil caer en la trampa de pensar en la alimentación que estás “perdiendo” al dejar la carne.

Cambiar esto requerirá que cambies de enfoque en la preparación de tus comidas y, con el tiempo, verás que hay innumerables reemplazos más saludables y eco-amigables para la carne.

5. Comprende que las necesidades de tu cuerpo cambiarán

Muchas personas se antojan de proteína animal mucho más en invierno que en verano, y esto puede ser un indicador de las necesidades alimenticias de tu cuerpo durante ese periodo climático particular.

Después de todo, no es lo mismo comer para un embarazo saludable que comer para superar un resfriado, ni para entrenar para un maratón. Abrazar las distintas posibilidades te ayudará a comprender mejor tu cuerpo.

Recuerda: si decides emprender este camino, es importante que consultes con un médico para asegurarte de cubrir todas tus necesidades nutricionales.

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Fuente:

Tree Hugger