En los últimos años, la palta se ha convertido en uno de los productos alimenticios más codiciados debido a la cantidad de recetas y trucos que han surgido a partir de su uso.
Desde servir el café en su cáscara para crear el perfecto ‘avocado latte’ hasta pedir matrimonio entregando el anillo de compromiso dentro de una palta, la moda se extendió no solamente en el plano alimenticio sino también en el estético, y las redes sociales impulsaron la difusión de sus propiedades.
En 2016 se hizo viral un video de "Nourish me whole", una página de Facebook que da consejos alimenticios, en el que se promueve el consumo del carozo de la palta citando sus “propiedades milagrosas”. A partir de esta publicación, han surgido una infinidad de instragramers y bloggers recomendando su uso rallándola para smoothies o como ingrediente para distintas preparaciones, y asegurando que tiene mucha fibra y es rico en antioxidantes y nutrientes.
Además, algunos dicen que esta semilla también tiene propiedades antiinflamatorias y que sirve, incluso, para hacer que el pelo quede más brillante y que la piel luzca mucho más joven. Hay muchas recetas sobre cómo pulverizarla o rallarla, y un sinfín de platos en los que el polvo conseguido es el ingrediente protagonista.
En 2013 The Scientific World Journal publicó un estudio en el cual se analizó el posible potencial genotóxico del extracto del carozo de la palta con ratones. Los animales a los que les fue administrado el líquido no presentaron cambios en su ADN, lo cual significaría que no presenta niveles de toxicidad ni efectos adversos en el cuerpo. Sin embargo, aún no se puede asegurar que un consumo excesivo de la semilla no pueda causar efectos adversos o secundarios en algunos individuos.
En conclusión, al no existir evidencia científica que avale o desestime el uso del carozo de la palta, si lo deseas comer puedes, pero recuerda no hacerlo en exceso y no olvides incorporar nutrientes mediante otros alimentos para tener una dieta equilibrada.