Se celebra el Día Internacional del Jaguar, declarado en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP14), con auspicio de la ONU, en 2018. En algunos países se lo celebra como Día Mundial del Yaguareté. ¿Porqué se conmemora cada 29 de noviembre?.

El jaguar atraviesa amenazas como la pérdida de su hábitat, la fragmentación de los ecosistemas y la caza ilegal, lo que ha llevado a una drástica reducción de sus poblaciones. Este día busca resaltar su importancia ecológica, cultural y simbólica, así como impulsar iniciativas globales y regionales para garantizar su supervivencia.

La celebración es una ocasión para sensibilizar al público sobre la necesidad de proteger no solo a esta especie icónica, sino también a los ecosistemas que dependen de ella, motivando la colaboración entre gobiernos, comunidades y organizaciones globales.

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Día Mundial del Yaguareté. ¿por qué se celebra cada 29 de noviembre?.

La elección de esta fecha está asociada a iniciativas internacionales y regionales para destacar los esfuerzos de conservación del yaguareté (también conocido como jaguar) y resaltar su rol crucial en los ecosistemas como especie clave, responsable de mantener el equilibrio en las cadenas alimenticias.

En países como Argentina, Brasil y Paraguay, donde esta especie está en grave riesgo, esta fecha estimula campañas de educación, proyectos de preservación y acciones conjuntas entre gobiernos y organizaciones para garantizar su supervivencia. Es un llamado a proteger no solo al yaguareté, sino también a los ecosistemas que lo sostienen.

Jaguar

Análisis ciéntífico

Científicamente se lo denomina Panthera onca, pero en la algunos países su nombre más difundido es yaguareté, que en guaraní significa “verdadera fiera”; aunque también es conocido como overo, pintado, tigre, uturunco, tiog y kiyoc, según la provincia. En el mundo es llamado jaguar.

Caza indiscriminada

Este carnívoro felino vive en 18 países de América, pero el 50 por ciento del rango de ocupación original de la especie se perdió y sus poblaciones están disminuyendo por la caza ilegal y la pérdida y fragmentación de su hábitat.

La cacería indiscriminada se asocia con factores como la demanda de pieles, el tráfico ilegal de partes de su cuerpo. Además, esta práctica desequilibra los ecosistemas al eliminar depredadores clave, lo que provoca efectos en cascada que impactan en otras especies y su entorno.

Combatirla implica reforzar leyes de protección, educar a las comunidades sobre la importancia de la conservación y generar alternativas sostenibles que respeten la biodiversidad.