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Las atrocidades rusas han llegado a destruir la infraestructura de diversas ciudades de Ucrania. Tal como afirman las autoridades locales de Mariupol, el ejército está lanzando bombas sobre el "corredor verde" designado para evacuar a los residentes de la ciudad.
La situación es grave, los ataques no cesan y han impactado contra los hospitales ocasionando la muerte de más personas. "Realmente, no podemos calcular cuántas muertes tenemos, quiero decir tres o cuatro veces más. Ni siquiera podemos contar cuántas personas en las calles han muerto por bombardeos y artillería", expresó el teniente de alcalde de Mariupol, Sergei Orlov, a CNN.
UN PRESENTE Y FUTURO INCIERTO: TESTIMONIOS DE VIDA DIGNOS DE SER CONTADAS
Un joven estudiante de Medicina, de 26 años abandonó su país tras la aterradora guerra que tiene en vilo al mundo. El panorama es cada vez más angustiante y las personas escapan en búsqueda de ayuda.
Muhammad Tahla vivía en Lviv, junto a su perro y no tuvo otra opción que huir de territorio ucraniano tras la invasión de Rusia y los recurrentes bombardeos. Su perro Oscar se ha convertido en un fiel compañero de vida, indudablemente cada paso que da, lo hace junto a su mascota.
Sin embargo, relataba a los medios que las aerolíneas no le permitían viajar a Pakistán con Oscar, de hecho, los encargados de proteger los trenes le impidieron dirigirse a Polonia junto al perro.
Como si fuera poco, ante los recurrentes ataques a civiles, confesó que recibió la burla de sus vínculos más cercanos: "Muchos de mis amigos que lograron salir de Ucrania me dijeron: Vamos, es solo un animal que cuesta menos que tu vida". Ante los dichos tuvo que ser fuerte y buscar una salida inmediata que proteja a su mascota también.
De esta manera expresaba su angustia y desesperación en medio del drama que sufren los ucranianos: "La gente no tenía respeto por la vida de un perro. Los huskies tratan de llamar la atención de muchas personas".
Por fin, un grupo de personas solidarias le abrieron las puertas de su casa brindándole comodidad no solo para él, sino también para su mascota. "Mis anfitriones en Polonia me tratan como a uno más de su familia. Nos alimentan y nos cuidan bien" dijo Tahla.
Afortunadamente, Polonia recibe a los desplazados sin importar su lugar de origen, con total dignidad y empatía los acogen de manera segura. El uso de violencia irracional que sustenta la guerra no posee dimensión ética ni moral. Mientras algunos están preocupados por las consecuencias económicas, la pérdida de vidas humanas aumenta sin fin y por ende, el sufrimiento inmerecido.
