Esta noticia mantiene en vilo a gran parte de la sociedad ya que es inminente la caída del cohete y se teme que al desintegrarse sus componentes toque el suelo y zonas pobladas.
Restos de un enorme cohete caerán en la Tierra
Además, es menester resaltar años atrás sucedió un evento como este. ¿Lo recuerdas?
Precisamente en el año 2020, casi 20 toneladas de chatarra espacial entraron a la atmósfera con gran velocidad y según anunciaron los especialistas, sobrevolaron Los Ángeles y Nueva York, y luego cayeron al fondo del Atlántico Norte.
Tiempo después, en 2021, el Océano Índico sufrió la caída de una de las mayores piezas de basura espacial.
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¡Existe una gran preocupación e incertidumbre!
Concretamente se aproxima la etapa central del Long March 5B, esta nave, propiedad de la Administración Espacial Nacional China (CNSA), se caracteriza por tener 57 metros de alto, y pesa al menos unas 870 toneladas en su totalidad.
La misma caerá en el transcurso de las horas. ¿Qué mensaje brindan los científicos?
Teniendo en cuenta los análisis y evaluaciones técnicas objetivas, The Aeroespace Corporation informó que el cohete caerá en algún lugar del Atlántico Norte.
Por otro lado, hicieron hincapié en que se producirá el día 31 julio de 2022, a las 07:52 UTC, con un margen de error de 22 horas.
Cabe mencionar que esta organización cuenta con el aporte de expertos en desechos espaciales de Aerospace. Los estudiosos se encargan de monitorear el reingreso y brindan actualizaciones constantemente, a medida que surgen nuevos datos.
Según Bill Nelson, administrador de la NASA, señaló que China “no estaba cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”, lo que incluye la reducción de los riesgos durante el reingreso y una mayor transparencia en las operaciones de la CNSA.
Si bien los especialistas alertan ante el peligro de este fenómeno, dejaron en claro que con el correr del tiempo, por fricción y las fluctuaciones de la densidad atmosférica, lentamente pierden velocidad y a descender, salen de su órbita. Por ende, al encontrarse con capas de aire más densas, se desintegran o rompe en partes.
Esto quiere decir que la gravedad los atrae hacia la Tierra, pero su impulso hacia adelante (moviéndose a 28.000 km/h) los mantiene en el espacio.