Se especula que los atletas podrían enfrentar altos niveles de ozono y polen en los Juegos Olímpicos de París. Un asunto que muchos aseveran que no ha sido tenido en cuenta, pues los organizadores no prestaron atención a las advertencias.

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Una oleada de calor desde el sur de Francia

Esta situación está prevista. A mediados de año, en pleno verano, el calor se intensifica. No obstante, en esta época de cambio climático y de calentamiento global, el calor es más elevado y con secuelas inesperadas en muchos casos.

La oleada de calor llegará a París en estos días. No solo tendrá su manifestación en un aumento de los marcadores en los termómetros. También, en un desajuste entre los gases que integran el aire que respiran las personas.

La atmósfera del planeta Tierra tiene cantidades de ozono. El ozono se mantiene a alturas elevadas, no forma parte del aire que los seres vivos suele respirar. Pero, cuando hay calor, el ozono desciende ya que es un gas más pesado.

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Foto: Buena Vibra

¿Que problemas implica el ozono?

El ozono es nocivo para el sistema respiratorio. De hecho, llega a ser tóxico en grandes cantidades. El asunto es que las cantidades de ozono serán altas en la capital francesa, sobre todo en un horario comprendido entre las 5.00 y las 19.00.

Se estima que las temperaturas, en París, alcancen los 35 grados. El calor puede ser alto, lo cual se complica con las recientes lluvias, que entonces habrá calor húmedo. Por ende, serán condiciones complejas para los deportistas.

A esto, se añade que en esta época del año se libera bastante polen. El calor también hace que se alteren los vientos, que en este caso no arrastran consigo el polen como en otras épocas, por lo que este polvillo vegetal estará en el aire.

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Polen + Ozono = problemas respiratorios

Esta ecuación es la que amenaza las competencias. En las olimpiadas de París 2024, se teme que los deportistas respiren ozono en exceso, lo cual se multiplica con el esfuerzo físico, cuestión que puede atraer daños pulmonares.

Por su parte, el polen puede ser molesto: tos, estornudos e incluso alergias. Un escenario nada agradable para los atletas, pero se espera que no llegue a ser una cuestión que altere esta ciudad deportiva internacional.

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¿Será posible que en París se presenten altas concentraciones de ozono y polen? Es una pregunta que muchos se hacen. En realidad, nadie desea que las cosas salgan mal en unas olimpiadas; pero esta acechanza tampoco se puede ignorar.